Cómo preservar una rosa

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Al preservar las rosas creas bellos arreglos florales y de larga duración. La preservación de rosas con glicerina ayuda a que mantengan su color, forma y textura. Las rosas absorben la glicerina, lo que permite que se sequen y mantengan su textura en lugar de marchitarse. Con unos sencillos pasos e ingredientes casi cualquier persona puede preservar una rosa.

Cómo preservar una rosa

Corta una rosa madura por la mañana justo antes de que se abra completamente, según lo recomendado por la Universidad de Vermont. Corta el tallo de cuatro a seis pulgadas más largo que la longitud total que deseas para la flor. Las flores completamente abiertas son más propensas a perder los pétalos y su forma durante el proceso de preservación. Usa las flores de inmediato, porque la preservación de flores con glicerina funciona mejor con las flores que no se han marchitado, de acuerdo con North Dakota State University.

Martilla los extremos de los tallos. La Universidad de Maryland explica que machacar cuatro a seis pulgadas de los tallos de la planta ayuda a que absorban la glicerina.

Realiza una mezcla de agua tibia y glicerina. Coloca dos partes de agua tibia con una parte de glicerina, según lo recomendado por la Universidad de Clemson y la Universidad de Maryland. Calienta la glicerina y el agua a baja temperatura en la hornalla y revuelve hasta que la glicerina se disuelva.

Coloca la mezcla en un contenedor desechable, tal como un cartón de leche con la parte de arriba recortada.

Coloca el tallo de la flor en la mezcla de glicerina. La Universidad de Clemson recomienda poner el tallo de la flor en cerca de seis pulgadas de solución de glicerina. Como la flor absorbe la mezcla, añade más. Se puede tomar de dos a seis semanas para que la glicerina viaje por el tallo y llegue a la flor. Conforme la glicerina viaja por el tallo, éste se vuelve ligeramente marrón, pero no adquiere una apariencia completamente seca. La rosa la mayoría de las veces mantiene su color, pero puede oscurecerse un poco y obtener una textura de apariencia de cera.

Cuelga la rosa boca abajo cuando se empape por completo en la glicerina. La gravedad ayudará a que la glicerina llegue a los extremos de los pétalos de la flor, lo que les impide marchitarse o rizarse hacia abajo.

Corta los extremos machacados de los tallos.

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