Cómo recuperar una planta que está muriendo

Cada planta requiere una cantidad específica de luz para crecer sanamente.

Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Las plantas son un buen agregado para patios, jardines y hogares, pero no pueden crecer por sí solas. Si les falta cuidado o si están incorrectamente plantadas, pueden morir. Si tienes una planta que está muriendo, sigue inmediatamente algunos pasos para enmendar la situación y haz que recupere su salud.

Rusticidad

Considera el nivel de rusticidad para elegir el sitio de plantación apropiado. Si la planta no se corresponde con el clima en el que vives, morirá con las temperaturas frías de invierno. Colócala en una maceta y éntrala en invierno para que se recupere.

Suelo y sol

Enmienda el lugar donde va a crecer la planta. Si una planta en maceta se hace demasiado grande, deja de crecer y comienza a morir, trasplántala a una maceta más grande. Coloca las plantas que estén en macetas o directamente en el suelo a sol pleno, sol parcial o filtrado, o sombra leve, dependiendo de sus requerimiento. Las plantas se recuperan mejor si el lugar es adecuado y tienen espacio para desarrollar sus raíces. Si colocas la planta al aire libre, ubícala en una zona elevada con buen drenaje. Las plantas fallan en zonas bajas donde se producen heladas o acumulación de agua.

Nutrientes del suelo

Replanta una planta que está en malas condiciones llevándola a un suelo fértil y de buen drenaje para evitar el estrés. Mezcla 3 pulgadas (7,5 cm) de compost orgánico con las primeras 6 pulgadas (15 cm) de suelo o, para una maceta, combina una parte de compost orgánico con una parte de tierra para maceta de buen drenaje. El compost ofrece nutrientes a largo plazo para que la planta se recupere y no la quemará como lo pueden hacer los fertilizantes granulados. Utiliza fertilizantes sólo después de ver nuevo crecimiento.

Riego y poda

Poda las hojas muertas para conservar la energía para la recuperación. Corta justo por encima de un nudo nuevo o folíolo para estimular la ramificación y el crecimiento nuevo y sano. Diseña un esquema de riego constante de 2 pulgadas (50 mm) de agua por semana. Esparce 1 cucharada de harina de hueso sobre el suelo que rodea a la planta e incorpóralo bien. Los riegos continuos y abundantes y la harina de hueso estimulan el crecimiento de nuevas y profundas raíces y el establecimiento.

Mantillo y fertilización

Protege el suelo que rodea a la planta para que se recupere mejor. Usa 2 pulgadas de mantillo orgánico para mantener el suelo cálidos y húmedo entre los riegos y para evitar el crecimiento de raíces. Estas compiten por agua y nutrientes y pueden evitar que la planta se recupere. A medida que el mantillo se degrada, aporta más nutrientes al suelo. Repone la capa de mantillo para mantener la protección. Cuando la planta muestre síntomas de nuevo crecimiento, aplica un fertilizante soluble 10-10-10. Mezcla el producto siguiendo las instrucciones del fabricante y riega la planta con 2 o 3 pulgadas (50 a 75 mm) de la mezcla. El fertilizante aporta nutrientes sin dañar a la planta. Sigue las instrucciones del fabricante sobre aplicaciones continuadas.

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