Las hojas de mi ficus benjamina se curvan y caen

Las brillantes hojas de un ficus benjamina.

Jupiterimages/Photos.com/Getty Images

La persona que se inicie en el cultivo del ficus benjamina, miembro de la familia de los ficus, puede sentir cierta alarma ante la repentina pérdida de hojas de la planta. Aunque en algunas ocasiones la causa de esta pérdida de parte del follaje puede estar clara, en otras parece no tener explicación. Pero esto no tiene por qué ser necesariamente motivo de alarma. Es fácil que las plantas pertenecientes a la familia del ficus pierdan sus hojas cuando sufren algún tipo de estrés medioambiental o biológico. Por lo tanto, si ves que las hojas de tu ficus benjamina se curvan y caen, las razones pueden ser diversas.

Después de la compra

A veces ocurre que, después de comprar su primer ficus benjamina, el propietario novato se alarma y piensa que ha comprado un "mal" ejemplar. Es frecuente que a los pocos días de la llegada de la planta a casa sus hojas empiecen a curvarse y a caer. Pero si el ficus parecía estar sano en la tienda, no hay por qué arrepentirse de su compra. Lo que ocurre no es más que el resultado del estrés producido por el traslado en la planta. Con unos pocos días de buena luz solar, aire y riego adecuado, tu ficus benjamina se recuperará y seguirá desarrollándose normalmente.

Enfermedades

No obstante, existen unas cuantas enfermedades que pueden provocar la pérdida de hojas por las que sí deberías preocuparte. Por ejemplo, puede aparecer una pudrición de la raíz causada por hongos si mantienes el suelo excesivamente húmedo. El mejor método de tratamiento es la prevención, así que asegúrate de que la tierra tenga un buen drenaje. Pero si ya existe una infección, tendrás que recurrir al uso de fungicidas. Los mohos de agua pueden afectar a tu ficus si lo mantienes en un ambiente demasiado húmedo o si es transportado en un contenedor que no esté adecuadamente ventilado y que no disponga de un buen drenaje. Este problema también puede ser tratado con fungicidas.

Infestaciones de plagas

Las cochinillas y los ácaros son las plagas que con mayor frecuencia provocan la pérdida de follaje en los ficus. Estos insectos son difíciles de ver, ya que son pequeños y se camuflan bien en la corteza, pero tanto uno como otro hacen que aparezcan ciertos síntomas en la planta. Los primeros signos que alertan sobre un problema de ácaros son la aparición de savia y de manchas de color marrón en las hojas, que es un efecto secundario de la alimentación de los insectos, y la acumulación cerosa que se forma en el punto donde se originan las hojas. Limpia la planta con un paño empapado en alcohol, a diario si es necesario, y elimina la acumulación cerosa. Sabrás que tu ficus benjamina tiene un problema de ácaros si aprecias telillas y huevos de color negro en sus ramas y hojas. La aplicación de insecticida acabará con el problema. Pero si la infestación es demasiado seria y no aprecias mejoría alguna después de aplicar estos métodos, por lo general se tratará de una causa perdida y es posible que haya llegado el momento de reemplazar tu ficus por otro ejemplar.

Otros factores

Una cantidad inadecuada de luz y un abonado insuficiente también pueden provocar la pérdida de hojas en el ficus benjamina. Abona la planta cada dos o tres meses y proporciónale como mínimo 12 horas de luz en una ubicación donde no sufra corrientes de aire. Ten en cuenta además que el ficus benjamina es sensible al exceso de agua y, si lo riegas con demasiada frecuencia o la maceta donde se encuentra no dispone de un buen sistema de drenaje, sus hojas podrían curvarse y acabar cayendo. Pero, por otra parte, a estas plantas les afecta la falta de riego y, si no reciben una cantidad suficiente de agua, sus hojas se volverán frágiles y perderán. Consigue un equilibrio óptimo controlando el suelo para asegurarte de que no se quede demasiado seco y, al mismo tiempo, pon en práctica una rutina diaria de rociado con agua de tu ficus.

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