Problemas con las impatiens de Nueva Guinea

Las impatiens de Nueva Guinea pueden tener un follaje purpúreo.

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Las plantas impatiens de Nueva Guinea son parte de un amplio género de impatiens, una flor anual que es básica en los jardines debido a su proliferación, bajo mantenimiento y capacidad de crecer en la sombra. La variedad de impatiens de Nueva Guinea se caracteriza por flores más altas que muchas de otros tipos, junto con un follaje brillante y vertical que puede ir desde el verde hasta el negro purpúreo. Si bien estas plantas son relativamente resistentes, pueden ser afectadas por cuestiones del medio ambiente y problemas de enfermedad y peste, los cuales son siempre más fáciles de prevenir que de curar. Debajo se detallan los problemas más frecuentes, sus causas y soluciones.

Marchitez

Las impatiens de Nueva Guinea son conocidas por marchitarse bajo el duro sol del verano. Aunque esta variedad tienda a ser más tolerante al sol que otras, no puede manejar los rayos del sol de los días de mucho calor de julio y agosto. Lo que comienza siendo por la mañana una planta de apariencia totalmente saludable, puede lucir completamente muerta en el atardecer. Por eso es importante asegurarse de que estén regadas y que el suelo esté consistentemente húmedo pero no empapado. Si las plantas se marchitan, al regar generosamente en la mayoría de los casos se recuperarán. Para ayudar a evitar esta situación, planta impatiens de Nueva Guinea en lugares que reciban el sol de la mañana y la sombra de la tarde.

Falta de flores o de crecimiento

La razón más frecuente para que la impatiens de Nueva Guinea no florezca prolíficamente es la iluminación inadecuada. Estas plantas requieren más sol que otras variedades de impatiens, de modo que no crecerán en lugares en donde sólo haya sombra.

La falta de flores podría también ocurrir justo después de plantar, cuando la energía de la planta está concentrada en las raíces en ciernes. Si los brotes no se están desarrollando del todo, probablemente esta sea la razón.

Si los brotes están creciendo pero luego caen, esto podría significar ya sea demasiada o muy poca agua o problemas de peste como babosas, caracoles o ciervos comiendo los brotes.

Si la planta no está creciendo, la razón podría ser que fue plantada demasiado temprano respecto a la estación. Esto debería auto corregirse una vez que el suelo se caliente. Aplicar un fertilizante de liberación lenta de forma regular ayudará también a cultivar, ya que las impatiens de Nueva Guinea se alimentan ávidamente.

Problemas de peste

Desafortunadamente, las babosas, los caracoles y los ciervos adoran a las impatiens de Nueva Guinea tanto como los jardineros. También lo hacen las arañas, las arañuelas, la cochinilla harinosa y los áfidos. La diferencia es que estas pestes expresan su amor comiendo el objeto de su afecto. Para los ciervos se pueden utilizar repelentes comerciales, pero las cercas son realmente la única forma de detener por completo a estas bestias hambrientas.

Para las babosas y los caracoles se puede utilizar un cebo químico o trampas para oso para matar a estos viscosos depredadores.

Los áfidos, las arañas, arañuelas y la cochinilla harinosa pueden asimismo ser controlados con un pesticida comercial o un jabón insecticida. Hay disponibles versiones orgánicas de estos tratamientos, aunque en algunas veces no son tan efectivos como su homólogo químico.

Enfermedades

Las pestes de hongos, la putrefacción y los virus pueden infectar a las impatiens de Nueva Guinea si están cultivadas bajo condiciones menos que óptimas. La enfermedad más frecuente de estas plantas es el Necrotic Spot Virus, el cual infecta el follaje y los tallos con lesiones.

Otra enfermedad común vence en el sentido de que desafortunadamente hay muy poco para hacer para curar a la planta. La mejor solución posible es limitar el daño y evitar que se expanda, quitando el follaje infectado y aplicando un fungicida comercial con regularidad. La única solución real es prevenir que la enfermedad ocurra en primer lugar, proveyendo condiciones de cultivo óptimas. Esto incluye plantar impatiens de Nueva Guinea en un suelo bien drenado en un lugar en donde dé el sol de la mañana y la sombra de la tarde. Mantén el suelo húmedo pero no empapado y espacia las plantas a una distancia adecuada. La humedad excesiva y el amontonamiento de plantas puede conducir a una circulación pobre. Esto crea el medio ambiente propicio para que las enfermedades se propaguen.

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