Cómo propagar la tuya o árbol de la vida

Las tuyas aportan verdor a los jardines.

Perle image by KatiKlint from Fotolia.com

La tuya, o árbol de la vida, suele utilizarse para proporcionar verdor al jardín de casa. Si lo deseas, puedes adquirir plántulas de este árbol en algún vivero o centro de jardinería, pero obtener esquejes a partir de una tuya sana que ya tengas te resultará casi tan sencillo como llegar hasta la tienda. Haciéndolo así no solamente ahorrarás dinero, también sentirás mayor satisfacción al verla crecer.

Step 1

Asegúrate de que la planta madre de la que vas a tomar los esquejes esté sana y libre de enfermedades. La mejor época para obtenerlos es a mediados o finales de verano o a principios de otoño.

Step 2

Utiliza unas podaderas o tijeras de jardín para cortar tantas ramas de nuevo crecimiento del árbol madre como desees reproducir. Recuerda que deben tener una longitud de unas 5 pulgadas (12,5 cm).

Step 3

Elimina las hojas más bajas de cada rama, dejando una buena cantidad de ellas en la parte superior de cada esqueje. Es importante que mantengas los nuevos esquejes de tuya húmedos una vez que hayan sido podados. De esa forma evitarás que pierdan demasiada humedad antes de plantarlos en la tierra.

Step 4

Planta todos los esquejes de tuya en la tierra de tu jardín para que puedan desarrollar nuevas raíces. Debes plantarlos inmediatamente después de haberlos cortado. En este punto, debes añadir un enraizador que sea fiable a tus esquejes.

Step 5

Elige un lugar del jardín donde la tuya disfrute de pleno sol o sol parcial. Los esquejes de tuya se desarrollarán mejor si los plantas en una tierra arenosa y gruesa con buen drenaje. Si has plantado varios esquejes de tuya para trasplantarlos a diferentes lugares más adelante, deja espacio suficiente entre ellos como para que puedan desarrollarse bien, sin llegar tocarse unos a otros. Así además impulsarás el crecimiento de las nuevas raíces.

Step 6

Riega enseguida los esquejes plantados; hazlo empleando un rociado suave. Luego, ve regándolos de forma regular para mantener el suelo en buenas condiciones y húmedo, pero no empapado. Sigue con los riegos durante toda la estación de crecimiento. Ten en cuenta que no tendrás que regar las plántulas durante los meses fríos del invierno. Tus tuyas recién obtenidas estarán listas para ser trasplantadas la próxima primavera.

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