El efecto invernadero en los animales

Los gases de efecto invernadero contribuyen al calentamiento global.

Jupiterimages/Comstock/Getty Images

El efecto invernadero ocurre cuando el calor del sol queda atrapado en la atmósfera terrestre. El calor atrapado causa aumentos en las temperaturas globales, lo cual afecta directamente las fuentes de alimentación y hábitats de los animales. El efecto invernadero está relacionado con el calentamiento global, cuyas causas incluyen la quema de combustibles fósiles, las erupciones volcánicas y las manchas solares. La mayoría de los cambios atribuidos al efecto invernadero causan un efecto expansivo, donde el impacto comienza con las especies más pequeñas y eventualmente alcanzará a las especies más grandes, como los seres humanos.

Cambios en la temperatura del agua

Las temperaturas en aumento causan un incremento en las temperaturas globales del agua. Las algas son sensibles a dichos aumentos. Cuando las temperaturas suben, las algas mueren. Los peces pequeños dependen de las algas como fuente de alimentación. Sin una provisión abundante de algas, los pequeños peces mueren o se trasladan a otros lugares. Los peces pequeños son una fuente directa de alimentación de los peces más grandes; por ende, las aguas que elevan su temperatura causan un efecto expansivo en la cadena alimenticia, lo cual eventualmente provoca que haya menos peces y una provisión de comida reducida para los animales, entre ellos los humanos.

Evolución

El instinto animal impulsa muchas conductas, como las épocas de hibernación y apareamiento. La mayoría de dichos instintos se basan en las temperaturas. Por ejemplo, los osos se dan cuenta de que cuando la temperatura baja y se acerca el invierno es hora de hibernar. El efecto invernadero aumenta la temperatura, dejando a un lado el instinto natural de hibernación. Las estaciones de apareamiento se dan en estaciones más cálidas. Incluso un leve aumento en las temperaturas causará que los animales se apareen antes.

Pérdida del hábitat natural

Un resultado clásico del efecto invernadero es la pérdida del hábitat del oso polar. A medida que las temperaturas globales aumentan, los hielos árticos se derriten, lo cual reduce el hábitat natural de los osos polares y otras criaturas de climas fríos; sin embargo, los osos polares no son las únicas especies afectadas. La elevación de las costas atribuida al efecto invernadero hace que desaparezcan los territorios para la crianza y los hábitats costeros. Los animales que viven en la costa se trasladan tierra adentro y tratan de apoderarse del hábitat natural de otras especies, provocando peleas entre especies por la comida y el espacio.

Producción de plantas, fuentes de alimentos y lluvia ácida

Las plantas necesitan que llueva para crecer y producir alimentos para los animales y humanos. Los cambios climáticos causados por el efecto invernadero provocan inundaciones que afectan directamente el modo de crecimiento y producción de las plantas. Menos plantas productivas implican menos fuentes de alimentos para todas las especies animales. La lluvia ácida, aumentada por los gases atrapados del efecto invernadero, contamina el agua, afectando a los peces, plantas y animales, especialmente en fuentes de agua autónomas como lagos y lagunas. La lluvia ácida causa que los árboles mueran, lo cual reduce el hábitat natural de los animales y resulta en la migración a nuevas áreas. Cuando los animales migran, hay más competencia en cuanto la comida, pero con menos plantas para producir alimentos, la supervivencia de algunas especies de animales se ve amenazada.

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