Maíz y frijoles como compañeros

Además de preferir condiciones de crecimiento similares, los frijoles y el maíz se benefician activamente entre sí cuando crecen juntos. Los frijoles son plantas fijadoras de nitrógeno, lo que significa que toman nitrógeno de la atmósfera y lo hacen disponible a las plantas a través del suelo. El maíz necesita una alta cantidad de nitrógeno y puede utilizar la oferta de los frijoles. Los frijoles son alimentadores de luz y no utilizan la mayor parte del nitrógeno que fijan. Los frijoles trepadores se benefician del maíz, ya que pueden torcer los tallos y los utilizan como apoyo.

Condiciones de crecimiento

Tanto el maíz como los frijoles necesitan suelo fértil y bien drenado, que haya sido cultivado, o trabajado, a seis pulgadas (15 cm) debajo de la superficie. Los suelos arenosos son ideales porque se calientan más rápido y proporcionar un buen drenaje. Ambos necesitan pleno sol y un pH de aproximadamente 6. Una prueba del suelo puede determinar la fertilidad de la tierra, pero en su ausencia, aplica un fertilizante equilibrado (12-12-12, por ejemplo) para establecer la fertilidad. Los suplementos nutricionales se pueden utilizar durante la estación de crecimiento, pero se necesitan en cantidades más bajas con la siembra de compañía.

Siembra y cuidado

El maíz debe ser planteado en 'macizos' cuadrados para aumentar la polinización y la estabilidad en el viento. Es mejor plantar cuatro hileras cortas, en un cuadrado, que dos filas largas. El suelo debe ser amontonado para formar filas ubicadas a dos o tres pies (60 a 90 cm) de distancia. Planta las semillas de maíz a una pulgada (2,5 cm) de profundidad en la parte superior de las filas con una distancia de entre ocho y 10 pulgadas (20 a 25 cm) entre sí. Planta de dos o tres semillas de frijoles alrededor de cada semilla de maíz. Cuando crecen, guía las plantas de frijoles en torno a los tallos de maíz.

La asociación de cultivos

Las plantas son activas en muchas maneras. Ellas están constantemente cambiando la química del suelo, la competencia por el espacio y el agua y protegiéndose de los insectos por envenenamiento o repeliéndolos. Los jardineros y agricultores aprovechan estas actividades para mejorar sus cultivos. La asociación de cultivos coincide con las actividades de plantas beneficiosas. Por ejemplo, muchas hierbas repelen insectos. Plantar hierbas por todo el jardín ayuda a otras plantas que carecen de defensas naturales. Los objetivos de la siembra de compañía incluyen la reducción de daños de plagas de forma natural y la disminución de la necesidad de fertilizantes.