La puerta de mi lavavajillas no se cierra

Una puerta del lavavajillas debe sellarse para lavar los platos correctamente.

Jupiterimages/Comstock/Getty Images

El lavavajillas es un aparato que ahorra trabajo, ayuda a lavar cargas completas de platos a la vez y ha llegado a ser casi universal entre los hogares modernos. Por eso cuando la puerta no se cierra hasta el final, origina una molestia, la cual podría dar lugar a fugas y a una limpieza ineficaz, pero es más probable que la lavadora ni siquiera se encienda. Hay varias razones por las cuales puede pasar esto, pero la mayoría de las veces puedes solucionarlas tu mismo.

Bastidores atascados

Lo primero que debes buscar cuando la puerta del lavavajillas no está cerrando adecuadamente es el plato de un bastidor atascado. Estos se deslizan en pequeñas pistas con ruedas de goma o de plástico y las primeras se pueden atascar o las ruedas se pueden romper con el tiempo, haciendo que sea difícil de empujar los bastidores de nuevo en el lavavajillas. Asegúrate, entonces, de que estos se encuentren bien al fondo del equipo y trata de cerrar la puerta de nuevo.

Pestillo roto

Los lavavajillas tienen pestillos en la puerta que suelen deslizarse para el bloqueo. Es posible que este mecanismo esté atascado, ya sea con partículas de alimentos o por un componente interno roto. En estos casos lo más probable es que tenga que ser reemplazado. Quita la cubierta de la cerradura de la puerta con un destornillador y comprueba si hay obstrucciones antes de considerar un cambio completo.

Bisagras defectuosas

La puerta del lavavajillas opera sobre unas bisagras que le permiten que se abra a un ángulo de 90 grados. Éstas podrían haberse deformado o atascado, lo cual daría lugar a dificultades para abrirla y cerrarla. Comprueba cómo se encuentran y reemplázalas si están dobladas o rotas.

Nuevas juntas de la puerta

Las juntas son sellos de goma que se ejecutan a lo largo del perímetro interior de la puerta del lavavajillas. Están diseñadas para crear un sello hermético para que el agua no se derrame en el piso de tu cocina. Las nuevas son más sólidas que las juntas que han visto alguna utilidad y, por lo tanto, pueden tener dificultades para la creación de un sello. Empuja con fuerza la puerta para sellarla y dale a la juntas algunos ciclos para que se ablanden, si el pestillo y las bisagras de la misma, parecieran estar en perfecto estado de funcionamiento.

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