Síntomas de una infección estomacal en perros

Procura la salud de tu mascota llevándola al veterinario.

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Los perros pueden experimentar malestar estomacal similar a los humanos. Un perro que está enfermo con un virus estomacal sufre mucho y seguro, quieres que esté lo más cómodo posible. Muchos perros tienen sistemas digestivos sensibles y algunas razas son más propensas a trastornos gástricos que otras. Los síntomas de un virus estomacal pueden ser muy similares a los síntomas de otras enfermedades más graves, de modo que lo mejor es buscar atención médica para tu mascota para que la diagnostiquen y le den el tratamiento adecuado.

Inflamación y flatulencia

La inflamación y las flatulencias a menudo son síntomas tempranos de una infección estomacal en los perros. Las flatulencias pueden persistir durante el desarrollo del virus.

Vómito y diarrea

El vómito y la diarrea son síntomas clásicos de un problema intestinal. El principal riesgo que acompaña a estos síntomas es la deshidratación. Es muy importante que mantengas a tu perro bien hidratado.

Letargo

Un perro que sufre de un virus estomacal puede mostrar síntomas de letargo y fatiga. Lo más probable es que tu mascota se quede echada sin mostrar ningún interés por las actividades usuales.

Pérdida de apetito

La pérdida de apetito es un síntoma muy común en las enfermedades que afectan al estómago. Un perro con malestar estomacal no tendrá apetito y no tendrá ganas de comer.

Dolor

Un perro puede experimentar las molestias de cólicos intestinales igual que los humanos, aunque no pueda decir que le duela. Él puede quejarse o lloriquear y mostrar otro comportamiento que expresa el hecho de que está experimentando dolor abdominal.

Advertencias

Lo mejor es llamar a tu veterinario si tu perro muestra cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, ya que varias y diferentes enfermedades pueden estar acompañadas de síntomas similares. Vómitos, diarrea y otros síntomas de malestar abdominal pueden ser síntomas de una enfermedad grave como el parvovirus o el moquillo. Es mejor no errar por el lado de la salud, incluso si la afección es leve.

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