¿Puedo injertar manzanas con peras?

La gran mayoría de los árboles frutales que los viveros cultivan son injertos, no aquellos que crecen de semilla.

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Los árboles injertados producen fruta antes de temporada, maduran más rápido y, debido a los cuidados, proporcionan un patrón de raíces mejorado. Es decir, los árboles injertados son a menudo más sanos que los que se cultivan con semillas cultivadas. El injerto tiene una sección llamada yema que se empalma a otro esqueje de la misma especie, como sería uno de peras con otro de pera y manzanas con manzanas. Sin embargo, cruzar especies es posible.

Familia

Las manzanas y las peras son frutos que provienen de la misma familia, la rosaceae. A pesar de que son especies distintas, su genética es lo suficientemente similar como para permitir que las dos se puedan injertar exitosamente en algunas ocasiones. Incluso si las condiciones son perfectas, el injerto no siempre tendrá éxito. En caso de que sí lo tenga, debes controlar el árbol, debido a que como resultado de muchas combinaciones, este tipo en un árbol puede tener corta duración.

Árboles jóvenes

Elige árboles de manzanas o de peras que sean jóvenes si decides trabajar con todo el árbol. Este trabajo implica eliminar las ramas existentes y sustituirlas con esquejes de la variedad preferida. Los árboles jóvenes, de hasta 8 años de edad, no sólo están creciendo vigorosamente, sino que además no sufren de conmoción que los árboles mayores ya han experimentado debido a podas severas. Elige de seis a 10 y miembros bien espaciados que tengan amplios ángulos y se vean con horquetas fuertes y los tallos midan de 1 a 3 pulgadas (2,54 a 7,62 cm) de diámetro. Mientras el árbol esté latente a finales del invierno o a principios de primavera, poda las ramas de 12 a 24 pulgadas (30,48 a 60,96 cm) de distancia del tronco e injerta el vástago, sellándolo si es necesario. Mantén la corona original tanto como sea posible para que alimente al árbol durante un año o dos.

Árboles maduros

Injerta los árboles maduros por secciones, comenzando con un tercio de las ramas el primer año y otra tercera parte el siguiente año. Al igual que con los árboles más jóvenes, elige las ramas bien formadas con amplios ángulos espaciados alrededor del árbol, procura evitar que las ramas que elijas no queden de un solo lado. Mantén el vástago y la rama elegida de tamaños similares si utilizas técnicas de látigo para hacer el injerto. La sección superior es mucho más pequeña que la del árbol original, pero un injerto sólido crecerá rápidamente.

Problemas

Los injertos fallan por muchas razones. Si el cámbium del árbol, la capa que transporta los nutrientes, justo debajo de la corteza, no toca la capa del cámbium de la púa, el vástago morirá. Ciertas especies simplemente no aceptan los injertos, como el árbol de cereza, mientras que otras especies no se injertan entre sí, como sucede con el árbol de pera Bartlett y el de membrillo. Además, debes considerar la tasa de crecimiento del árbol de pera o de manzana. El segundo puede llegar a abrumar a uno de pera, cuyas ramas tengan injertos.

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