Cómo limpiar moho y hongos de paredes pintadas

El moho y los hongos en las paredes pintadas representan un peligro para la salud respiratoria además de arruinar la apariencia de la pared. Los niveles altos de humedad y la falta de luz solar proveen las condiciones apropiadas para que crezcan ambos. Límpialos de manera segura con una solución de lejía. Utiliza ventiladores o un deshumidificador para mantener seca el área y evitar que reaparezcan.

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Abre todas las ventanas de la habitación y coloca un ventilador junto a ellas. Enciende el ventilador para que sople todas las esporas de moho hacia el exterior.

Retira todos los objetos enmohecidos o mojados que estén en contacto con las paredes. Ubica los objetos en el exterior, al sol, para que se sequen o deséchalos en la basura.

Llena una botella con pulverizador con agua. Rocía ligeramente el moho y los hongos en las paredes pintadas. Esto evitará que las esporas floten en el aire.

Llena un balde con un galón de agua caliente y una taza de lejía.

Sumerge una esponja en el balde y exprímela. Limpia el moho y los hongos de las paredes pintadas, enjuagando en el balde cuando sea necesario. Limpia una sección vertical por vez, asegurándote de que no queden esporas en la superficie.

Vacía el balde y enjuágalo. Rellena el balde con agua limpia. Sumerge una nueva esponja en el agua y exprímela. Pásala por las paredes para eliminar cualquier residuo de lejía. Enjuaga la esponja en el balde tan a menudo como sea necesario.

Seca las paredes pintadas con una toalla, removiendo el exceso de agua en la medida de lo posible. Deja encendido el ventilador para que siga circulando aire hasta que las paredes se sequen. Esto puede tomar hasta dos días.

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