Step 1

Coloca una lona o lámina de plástico en el piso. Esto lo protegerá y funcionará para atrapar la pintura raspada.

Step 2

Rocía una capa de raspador químico a base de agua en las paredes con la pintura vieja. Utiliza un rociador sin aire (el tipo que se utiliza para rociar fumigantes). Aplica el raspador en la tarde y deja que permanezca en las paredes durante la noche. Limpia muy bien el rociados con agua caliente.

Step 3

Raspa las capas de pintura al siguiente día, con una espátula de 3 pulgadas (7,5 cm) de ancho. Una espátula más amplia te permitirá cubrir más área con menos trabajo.

Step 4

Rocía otra capa de raspador químico en las paredes y ráspalas nuevamente para retirar cualquier pedazo de pintura restante.

Step 5

Lija las paredes con una lija de grano 80. Esto hace las paredes más ásperas, lo que es necesario para que la pintura se adhiera adecuadamente. Saltarte este paso podría causar que más adelante la pintura se caiga o pele.

Step 6

Aplica una capa de pintura base con un rodillo de 1/2 pulgada (1,2 cm). Cubre el área por completo. Permite que la base seque por completo, lo que debe tomar aproximadamente dos horas.

Step 7

Pinta las paredes con la pintura para interiores de tu elección, con un rodillo de 1/2 pulgada (1,2 cm). Asegúrate de que tenga una buena capa de pelusa, para que retenga mucha pintura. Esto ayudará a eliminar puntos sin pintura. Permite que la pintura seque alrededor de tres horas y aplica una segunda capa. Aunque tal vez seque en pocas horas, espera al menos dos días antes de colgar algo en la pared.