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Cómo quitar el óxido en una máquina de escribir Underwood

Escrito por: Ashley Mackenzie

Actualizado en: November 20, 2021

El óxido en una máquina de escribir puede causar que las teclas se peguen y otros problemas de funcionamiento.

Thinkstock/Comstock/Getty Images

Ya sea si encontraste tu máquina de escribir Underwood en una esquina oculta del ático o en una tienda de antigüedades, probablemente tenga algunas décadas y esté necesitando una limpieza a fondo. El óxido es particularmente rebelde. Además de lucir poco atractivo, puede interferir con el funcionamiento de la máquina ya que las teclas se pegan y hacen que sea imposible usar esa máquina de escribir que tanto amas. Afortunadamente, puedes desterrar el óxido con algunos productos claves y una determinación para la limpieza.

Step 1

Compra un limpiador de metales para aluminio en una tienda de productos para coches y frótalo en tu máquina con un trapo. Se suave en las partes frágiles; no querrás doblar ninguna tecla.

Step 2

Refriega el óxido con un papel de lija de grano muy fino con movimientos suaves. Si esto no funciona, intenta con una lana de acero extrafina, como recomienda el profesor de filosofía y coleccionista de máquinas de escribir, Richard Polt, de la Universidad Xavier en "La página de la máquina de escribir clásica".

Step 3

Intenta con un borrador eléctrico o un "borrador de arquitecto" para deshacerte del óxido leve. Su punta giratoria quita el óxido y lo puedes usar para otros proyectos más adelante. Polt recomienda los borradores de tinta gris para los trabajos más difíciles.

Step 4

Quita las partes de óxido más rebeldes raspándolas con un taladro en miniatura. Usa gafas de seguridad, se muy suave y trabaja de forma lenta.

Step 5

Prueba con un producto quita óxido químico - disponible en cualquier tienda de productos para el hogar- si sabes cómo desarmar tu máquina y no te preocupa dañar la pintura. Sumerge las partes oxidadas en un bol con quita óxido por 30 minutos. El óxido debería desaparecer.

Step 6

Limpia las partes oxidadas con un trapo humedecido en aceite, como sugiere R.M. Kasten en su artículo Ciencia popular "Primeros auxilios para las máquinas de escribir", de 1941. Esto te ayudará a prevenir que el óxido se forme en el futuro.