Step 1

Cuenta una historia personal sobre ti mismo mientras describes qué te motiva. Por ejemplo, habla de cómo aprendiste ética laboral de tus padres a una temprana edad y cómo esto ha permanecido contigo a lo largo de los años. No seas demasiado cursi con las historias personales, pero no tengas miedo de abrirte y hablar sobre ti mismo.

Step 2

Di la verdad sobre qué te motiva y da ejemplos. Si te motiva el dinero, dilo, si es el tipo correcto de trabajo. Las personas que solicitan un puesto en una organización benéfica usualmente no están buscando hacerse ricos, así que hablar sobre estar motivado por el dinero probablemente no se ajusta a ese contexto. Por otro lado, a los entrevistadores de una compañía de inversiones en Wall Street o de una compañía de abogados les encantará escucharte hablar de esa forma. Mantén tus respuestas sinceras, pero adáptalas a la audiencia.

Step 3

Habla sobre el miedo a fallar si esa es tu motivación y cuenta cómo te ha ayudado en tu vida académica o profesional. Por ejemplo, describe cómo dejaste la secundaria sin prepararte para las clases de estadística de la universidad, pero tuviste éxito buscando ayuda de tutores y esforzándote mucho. Usa el ejemplo para mostrar que estás dispuesto a seguir adelante a pesar de todo porque no te gusta fallar.

Step 4

Habla sobre la satisfacción que sientes cuando haces las cosas bien y cómo esto te motiva a dar los mejor de ti todo el tiempo. Explica que disfrutas los comentarios positivos de un jefe o compañero por un trabajo bien hecho y cómo el reconocimiento de personas que respetas también te impulsa a trabajar más duro. Usa esta oportunidad para hablar de recompensas especiales o competencias de la compañía que hayas ganado. No presumas, pero discute cómo ganar premios aborda a tus deseos competitivos.

Step 5

Discute sobre cómo intentas no cometer errores, pero sabes que todo el mundo los hace y cómo tratas de aprender de tus experiencias. Describe una situación en la que hayas hecho un error honesto y habla sobre cómo mostraste liderazgo al admitir el error y ofrecer una solución que resolvió el problema. Un ejemplo puede incluir pasarte del presupuesto al ordenar productos o suministros y puedes hablar de cómo resolviste el problema compartiendo parte de los gastos con otro departamento. La clave es ilustrar que te recuperas rápidamente de una mala decisión.