Riego del tomate

Los tomates necesitan la cantidad adecuada de riego para prosperar.

David Oldfield/Digital Vision/Getty Images

Los tomates crecen de forma relativamente fácil cuando el clima es cálido, pero necesitan riego suplementario durante las estaciones secas para evitar que se resequen. Las plantas de tomate con la cantidad de agua adecuada producirán más tomates y tendrán menos plagas y problemas de enfermedades que aquellas con demasiado o muy poco riego.

Cantidad de riego

Los tomates necesitan de 1 a 2 pulgadas (2,5 a 5 cm) de agua por semana, dependiendo del tipo de suelo y de lo caluroso que es el clima. Si llueve, las plantas de tomate pueden no necesitar riego suplementario, pero por lo general necesitan riegos regulares durante los meses secos del verano.

Los expertos de la Asociación Nacional de Jardinería y del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida recomiendan regar los tomates con alrededor de una pulgada (2,5 cm) de agua en climas moderadamente cálidos y cerca de 2 pulgadas (5 cm) durante las partes más secas y calurosas del verano. Los suelos arenosos con rápido drenaje también requieren más agua que los suelos más densos. Si las plantas comienzan a marchitarse y el suelo se siente seco al tacto, probablemente necesitan más agua. Para proporcionar una pulgada de agua, utiliza alrededor de 60 galones (227 litros) por cada 100 pies cuadrados (9 metros cuadrados) de espacio de jardín

Frecuencia de riego

Riega las plantas de tomate al menos una vez cada 10 días. La Asociación Nacional de Jardinería recomienda dejar secar un poco el suelo entre riegos, ya que los tomates no crecen bien cuando están en suelo excesivamente mojados. Los expertos también sugieren regar una vez cada cuatro o cinco días en suelos arenosos y alrededor de una vez por semana en suelos más pesados.

Momento de riego

Riega las plantas de tomate por la mañana para hacer un uso más eficiente del agua. Las temperaturas frescas de la mañana hacen que el agua tenga más tiempo para penetrar en el suelo y ser absorbida por las raíces de la planta antes de evaporarse. Regar por la mañana mantiene a las plantas más saludables que hacerlo a la noche, ya que cuando la planta permanece mojada por la noche se pueden desarrollar enfermedades.

Estrategias de riego

Riega el suelo profundamente de modo que el agua penetre en él a una profundidad de al menos 6 a 8 pulgadas (15 a 20 cm). Los riegos profundos ayudan a que las plantas desarrollen sistemas de raíces fuertes y profundos. También significan menos frecuencia de riego para el jardinero. No riegues las plantas de tomate si el suelo todavía está mojado, ya que no crecen bien con riego excesivo.

Mantillo

El Centro Mundial Vegetal y la Asociación Nacional de Jardinería recomiendan aplicar una capa de mantillo alrededor de la base de las plantas de tomate para ayudarlas a retener una cantidad pareja de humedad en el suelo. En lugar de mantillo comercial comprado en un vivero, trata de usar una capa de 2 a 4 pulgadas (5 a 10 cm) de recortes de pasto o paja.

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