Oración

Una de las responsabilidades más importantes como madrina es orar por tu ahijado. Comenzando en el bautismo, tú, como la madrina, estás aceptando la responsabilidad de asegurarte que tu ahijado se plantea conocer el amor del Señor. A medida que tu ahijado se acerca a su confirmación, ora para que él acepte el verdadero significado de tomar la comunión y que siga caminando con Dios, mientras toma parte en esta ceremonia sagrada. También puedes orar por las dificultades que tu ahijado enfrenta y por guía, mientras tomas parte en la ceremonia de confirmación.

Proporciona acceso a recursos religiosos

Por haber aceptado la responsabilidad de asegurarte que tu ahijado conozca a Dios, dale recursos religiosos es una forma efectiva de mejorar su educación respecto de su fe. Dale una Biblia de regalo apropiada para su edad. Marca algunos de tus pasajes favoritos para compartir con él. Libros, DVDs y software informático que eduquen acerca de la comunión y lo que significa en su religión también son regalos apropiados. El tiempo es otro regalo importante que puedes dar a tu ahijado. Dedica tiempo para hablar de la fe de tu ahijado, ofrece apoyo y aliento y lean la Biblia juntos.

Preparar

Participa en la preparación de la confirmación de tu ahijado. Ayuda a sus padres a planear una fiesta o una comida para conmemorar este importante hito en su vida espiritual. Habla de tu papel en la vida de tu ahijado con él y pregúntale qué puedes hacer para ayudarlo a prepararse para su primera comunión. Vayan a la iglesia juntos y vean que otros toman la comunión. Después del servicio, explícale a tu ahijado el significado de cada elemento y por qué es importante para Dios. Utiliza versículos bíblicos apropiados para apoyar lo que discuten. Asiste a las clases de preparación con tu ahijado y está disponible para responder a sus preguntas mientras se prepara. Dependiendo de tu iglesia, también pueden pedirte que firmes un compromiso o realices otras tareas relacionadas con la confirmación.

Apoyo

Después de que tu ahijado se haya confirmado, tu trabajo no está completo. Para el resto de la vida de tu ahijado, tienes la responsabilidad de asegurarte que sigue asistiendo a la iglesia y recibe regularmente la comunión. Asiste a la iglesia con tu ahijado. Si no asisten a la misma iglesia, ve con él de vez en cuando e invítalo a unirse a ti periódicamente. Deja que tu ahijado sepa que vas a seguir orando por él y que estarás siempre disponible para responder preguntas y hablar de su fe.