Cómo salvar la vida de un gatito recién nacido y huérfano

Los gatitos prematuros requieren cuidados adicionales.

kitten image by Natalia Kosyanenko from Fotolia.com

Si una madre da a luz a sus gatitos antes del período normal de gestación de nueve semanas, se consideran prematuros igual que aquellos, cuyo peso sea inferior al normal. De la misma manera que un bebé humano, los cachorros requieren de muchos cuidados para asegurar su supervivencia, por lo que salvar a los gatitos prematuros puede ser difícil, especialmente cuando la madre ya se ha ido. La posibilidad de salvarlos es adoptando varias medidas.

Step 1

Prepara una caja donde dormirá el gatito. La caja debe ser lo suficientemente grande como para que el gatito se pueda mover, pero tampoco debe ser demasiado. Debes colocar la caja en un lugar sin luces brillantes, ruidos fuertes y corrientes de aire.

Step 2

Coloca la almohadilla térmica debajo de la toalla. Coloca la toalla y la almohada térmica en la caja a una temperatura baja. Esto ayudará a regular la nueva temperatura corporal del gatito. Lo ideal sería que la temperatura inicial se mantenga entre los 85° y 90° F (29° y 32° C). Asegúrate de que la almohada térmica no cubra todo el fondo de la caja. Ya que si bien el calor es importante, para impedir que el frío llegue al cachorro, demasiado puede también ser dañino. Deja un espacio sin calefacción para que el gatito pueda alejarse del calor cuando lo necesite.

Step 3

Durante la primera semana, alimenta al gatito cada una o dos horas; usa una jeringa sin aguja. Compra una fórmula para gatitos en una tienda para mascotas o con el veterinario. Prepara la fórmula según lo indican las instrucciones del paquete; haz la mezcla con agua hervida y fría. La cantidad de agua debe ser igual a un cuarto de la medición total de la fórmula. Diluye la fórmula para que tu mascota pueda digerirlo. Haz que beba de 1 a 2 ml de la mezcla. Una vez que tenga una semana y media de edad, puedes comenzar a disminuir la cantidad de agua añadida hasta que pueda beberla directamente. Esto puede suceder cuando el cachorro tenga dos semanas. A medida que tu mascota empiece a ganar fuerza puedes sustituir la jeringa por una botella.

Step 4

Haz erutar al gatito. Al igual que los bebés humanos recién nacidos, el gatito puede ingerir aire. Estimula a tu mascota a expulsar el gas acumulado, después de la comida.

Step 5

Ayuda al gatito a evacuar. La forma más fácil y segura de hacer esto es dejar correr agua del grifo en el lavabo del baño. El agua debe estar tibia, no caliente. Coloca al cachorro bajo el agua corriente y estimula suavemente la parte inferior con tu dedo índice. El gatito debe evacuar una vez cada dos días. Si no es así, consulta al veterinario.

Step 6

Frecuentemente, mantén contacto con tu mascota. Puesto que la madre ya no está presente, tú eres la única influencia maternal que él conoce. Frótalo y habla en voz baja para tranquilizarlo.

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