Las seis clases de componentes de un ecosistema

La luz del sol nutre a las plantas, que alimentan a los herbívoros y les pasan sus nutrientes.

Thomas Northcut/Photodisc/Getty Images

Existen dos componentes primarios de un ecosistema. Los componentes bióticos son los organismos vivos, que incluyen las plantas y animales en la tierra y el mar. Los componentes abióticos no son biológicos, pero tienen una influencia sobre los componentes bióticos. Los componentes abióticos incluyen sustancias químicas en el suelo y el agua, al igual que minerales, carbohidratos, proteínas y vitaminas. También incluyen los rasgos de un ecosistema como la lluvia, temperatura y duración de la luz.

Consumidores Primarios

Los consumidores primarios son una clase de un ecosistema. Éstos incluyen a los organismos herbívoros que se alimentan de las plantas. Los consumidores primarios pueden ser grandes mamíferos, cómo animales rumiantes, o pueden ser pequeños roedores o incluso insectos que comen plantas. Muchos consumidores primarios consumen la flora de un ecosistema y actúan como fuente para los carnívoros depredadores, que constituyen la clase de los consumidores secundarios.

Consumidores secundarios

Los consumidores secundarios se alimentan de otros animales. Los consumidores secundarios son regularmente depredadores, que casan y matan consumidores primarios herbívoros, y pueden ser grandes o pequeños. Los leones y los tigres son ejemplos de grandes depredadores, mientras que las arañas y los pequeños peces carnívoros son ejemplos de consumidores secundarios más pequeños. Algunos consumidores secundarios son carroñeros, como los buitres, que comen los restos de los animales que ya han sido matados por los depredadores, enfermedades u otras causas naturales.

Consumidores terciarios

Los consumidores terciarios son omnívoros y se alimentan tanto de plantas como de animales. El ejemplo más prominente de consumidores terciarios son los humanos, aunque existen otros omnívoros en algunos ecosistemas. Los osos, por ejemplo, comen tanto carne como vegetación, dependiendo de la disponibilidad.

Descomponedores

Los consumidores de tejido orgánico descompuesto ayudan a separar los restos orgánicos y a regresar los nutrientes al suelo. Éstos incluyen a las bacterias y los hongos, que crecen y se reproducen en los restos de materia viva. Estos miembros del ecosistema también son llamados detritívoros y pueden crecer en el tejido de las plantas o animales muertos.

Nutrientes

Los nutrientes algunas veces son pasados por alto como un factor en los ecosistemas, porque ni ellos ni sus efectos son aparentes inmediatamente para el observador casual. Los nutrientes son una clase de componente abiótico, e incluye los nitratos y fosfatos presentes dentro del suelo o agua de un ecosistema. Las grasas, proteínas, vitaminas y otros elementos también contribuyen al contenido de nutrientes general del suelo y el agua.

Productores primarios

El calor y la luz del sol ayudan a las plantas y animales a sobrevivir. En las plantas, la luz del sol se convierte en energía por medio de la fotosíntesis. Éste proceso permite que la vida vegetal crezca y se reproduzca, proveyendo alimentos para los consumidores primarios del ecosistema. Debido a su efecto sobre la vida vegetal, la luz del sol es un factor abiótico importante para determinar las formas de vida que se encuentran y sobreviven en cualquier ecosistema dado, y las plantas que crecen con su luz son el resultado biótico más inmediatamente observable.

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