Daño neurológico en perros

Un daño neurológico puede incapacitar a tu perro de diversas maneras.

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Los nervios de tu perro controlan sus funciones corporales, sus comportamientos y las sensaciones que experimenta. Estas pequeñas fibras envían y reciben señales provenientes del cerebro hacia cada una de las partes del cuerpo de tu perro. Los nervios son los principales medios de comunicación entre el comando central de tu perro, el cerebro, y cada una de las células de su cuerpo. Cualquier daño a nivel de los nervios puede dejar inválida a tu mascota temporaria o permanentemente.

Enfermedad

Hay varias enfermedades que pueden producir un daño neurológico en tu perro.

La poliradiculoneuritis, también conocida como "Parálisis del Coonhound", es una patología en la que se inflaman las raíces nerviosas de todo el sistema nervioso, dando como resultado una parálisis temporaria o permanente. Antiguamente se pensaba que esto era causado por la mordedura del mapache, pero hoy se sabe que es producida por una reacción inmunológica contra la mielina, la cobertura de grasa que rodea los nervios.

La miastenia gravis se caracteriza por una debilidad muscular que empeora cuando el perro está activo y mejora cuando descansa. Es causada por un trastorno inmunológico que produce una reacción de los anticuerpos contra su propio sistema neuromuscular. Esto produce disminución en las señales nerviosas provenientes de los nervios de los músculos.

La polineuropatía se refiere a varias enfermedades que afectan los nervios a lo largo del cuerpo del perro. Esta patología puede ser heredada o adquirida a cualquier edad. Las causas de polineuropatía pueden variar.

Lesión

Muchos trastornos neurológicos son causados por lesiones en el cerebro o en el cuerpo de tu perro. La avulsión del plexo braquial ocurre cuando la raíz de un nervio que está adherida a la pata delantera es arrancada de su inserción a la médula espinal durante algún tipo de trauma. El resultado puede ser una parálisis parcial o completa de uno de los miembros delanteros del perro. Otros tipos de daño neurológico pueden producirse como resultado de mordeduras, cortes y fracturas óseas.

Toxinas

Muchos tipos diferentes de toxinas pueden afectar el sistema nervioso central de tu perro. Los perros toman contacto con las toxinas al comer carne en descomposición o animales muertos, plantas, agua sucia, alimentos viejos y carne en mal estado. La toxina botulínica es una toxina común que impide que las células nerviosas del perro funcionen adecuadamente. Cuando un perro estuvo expuesto a esta toxina, gradualmente se va paralizando desde las patas traseras hacia la parte delantera de su cuerpo.

Diagnóstico

Existen varios tipos de pruebas diagnósticas para evaluar un posible trastorno neurológico en tu perro. Tu veterinario puede realizar un examen de los reflejos nerviosos para evaluar la disfunción neurológica. También puede solicitar una serie de análisis de sangre, incluyendo perfil bioquímico, hemograma y análisis de orina. Si el veterinario sospecha un daño neurológico debido a un trauma, puede solicitar una serie de radiografías o una tomografía computada (CT, según sus siglas en inglés). Pueden realizarse pruebas serológicas para determinar la presencia de parásitos o virus, o evaluaciones inmunológicas para determinar la presencia de anticuerpos en el organismo de tu perro. El veterinario también puede realizar una biopsia del tejido muscular o una resonancia magnética (MRI, según sus siglas en inglés) para mostrar la actividad del líquido espinal y si hay alguna obstrucción.

Tratamiento

Los perros con daño o trastornos neurológicos pueden responder a varios tratamientos, dependiendo del origen de su enfermedad. Un tratamiento es la electroestimulación, que ayuda a estimular las terminaciones nerviosas de los músculos de tu perro. Si el trastorno es producido por un trauma, tratar la herida puede ayudar a aliviar la presión sobre los nervios o la inflamación alrededor de ellos, lo que con el tiempo puede llevar a una mejora de la función nerviosa. Los corticoides orales o inyectables pueden proveer un alivio temporario a la inflamación alrededor de las terminaciones nerviosas, ayudando a recuperar la capacidad de los nervios de transmitir mensajes a las partes afectadas de su cuerpo. Los tratamientos de acupuntura y acupresión han probado ser muy efectivos en el tratamiento de los bloqueos nerviosos. Los remedios herbales también pueden ayudar con el daño neurológico. Si tu perro sufre un trastorno neurológico, conversa con tu veterinario sobre las opciones de tratamiento disponibles.

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