Cómo extraer, separar y refinar el oro

La extracción y el procesamiento del oro es un proceso tan costoso y laborioso como rentable. Debes comprar herramientas, contar con mano de obra e infraestructura, y luego emprender la desafiante tarea de la extracción, probablemente en minería de roca dura o en el dragado de ríos o lagos. Finalmente, debes separar el oro de otras piedras y minerales, generalmente con cianuro de sodio, y refinarlo fundiéndolo usando una corriente eléctrica o un ácido.

Determina cuál va a ser tu método de extracción de oro. Los métodos viables incluyen la minería de roca dura (el método más costoso y más productivo), el dragado de ríos y lagos (utilizado por pequeñas empresas) y la minería de subproductos, en la cual se obtiene el oro como un subproducto cuando se están extrayendo otros metales.

Compra las herramientas, contrata la mano de obra y la infraestructura requeridas para la extracción. Por ejemplo, la minería de roca dura puede necesitar taladrar hasta profundidades de 3.900 metros. Extrae el mineral de oro y transpórtalo hasta tu unidad de procesamiento.

Separa el oro de las piedras y minerales no deseados usando uno de los métodos disponibles. Puedes mezclarlo con cianuro de sodio, el que se le adherirá y lo separará de otros elementos, como el zinc. O puedes lavar a mano el oro con agua para separarlo de la grava y la arena en un arroyo.

Refina el oro que has extraído y separado. Usa los procesos Miller y Wohlwill, que procesan el cloruro de oro sometiéndolo a una corriente eléctrica. Así separarás el oro de las impurezas y lo unirás a los ánodos que generan la corriente. Como método alternativo, usa ácidos y materiales de disolución de oro que se vean afectados por cargas de alimentación solubles en ácidos, o fúndelo y remueve los residuos que se acumulan en la superficie de la mezcla.

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