Moralidad sexual

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En la ley islámica, la homosexualidad, el sexo antes del matrimonio y el sexo fuera del matrimonio están en contra de la ley y el castigo para estas actividades se hace cumplir en la mayoría de los países musulmanes. A diferencia del islam, la sociedad occidental es mucho más abierta hacia la "libertad sexual" que lo que es la religión islámica y es, de hecho, lo que se muestra en la televisión y en el cine formando parte de este tipo de comportamiento. Sin embargo, esto no siempre ha sido así. En países como Estados Unidos e Inglaterra, la homosexualidad y el sexo antes del matrimonio solían ser ilegales, incluso después de la Segunda Guerra Mundial.

Gobierno político

Los gobiernos occidentales son principalmente democracias con cláusulas para separar la iglesia y el estado. Los países occidentales como Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña no incorporan la religión en sus gobiernos y la religión no dicta las leyes como sí ocurre en las naciones islámicas. La religión afecta a todas las áreas de los gobiernos musulmanes, desde la economía hasta la política, ya que se interpretan las leyes a través de la lente de la fe.

Roles de los géneros

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El lugar que ocupan las mujeres en la sociedad en los países islámicos y en los países occidentales tiene una marcada diferencia. Debido a la modestia exigida a las mujeres musulmanas en la vestimenta y en su visibilidad, a menudo se aíslan de lo público en muchos países islámicos. En cambio, las mujeres en los países occidentales tienen una amplia gama de estilos de ropa y se integran plenamente a la sociedad de los hombres. Sin embargo, a diferencia de muchas culturas occidentales antiguas las mujeres islámicas siempre han sido consideradas iguales a la hora de heredar la propiedad, mientras que a las mujeres británicas sólo se les permitió esos derechos a finales del siglo XIX.

Derechos humanos

Chandra Muzzafar, presidente del Movimiento Internacional por un Mundo Justo, explica en su entrevista con la Estación de Emisión Pública que los musulmanes son una sociedad comunal, a diferencia de los países occidentales que se basan en los derechos individuales. Los musulmanes creen que las decisiones de los demás afectan a la comunidad en su conjunto y las acciones que deshonran y afectan negativamente a una comunidad tienen consecuencias definitivas. Los occidentales, en cambio, se enorgullecen de los derechos individuales, lo que permite la libertad de expresión y la libertad de discurso.