Siete virtudes morales de Aristóteles

Aistóteles es famoso por sus enseñanzas en ética moral.

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Aristóteles es un filósofo de la antigua Grecia que vivió entre los años 384 a 322 D.C. Las siete virtudes provienen del trabajo y las enseñanzas de Aristóteles, Platón y Sócrates. Aristóteles delineó cuatro de esas virtudes antes de su muerte, las que fueron adoptadas por la cristiandad, y luego se agregaron tres más. Estas son comúnmente conocidas como las siete virtudes divinas, y se oponen a los siete pecados capitales.

Bondad

La bondad, una de las siete virtudes, se opone al pecado capital de la envidia. La bondad incluye ser compasivo y leal y trata de inspirar a los otros a ser buenos en sus acciones. Sentir resentimiento hacia otra persona realizar un acto basado en el perjuicio es una contradicción a la virtud de la bondad.

Castidad y templanza

La castidad es la virtud divina que se opone al pecado capital de la lujuria. La castidad requiere abstinencia de la conducta sexual, excepto en una relación de amor, para permanecer puro. Promueve la buena salud, la educación y los logros y desalienta el uso de estupefacientes. La templanza describe los actos de restricción y auto control, donde piensas sobre tus acciones, evitas la hostilidad y consideras a todas las personas involucradas. La templanza se opone al pecado capital de la gula.

Diligencia y caridad

La virtud de la diligencia requiere integridad y la convicción en tu propio trabajo, trabajando cuidadosamente y no renunciando cuando encuentras un obstáculo y siempre mantener tus creencias para ser una persona confiable. Esta virtud desalienta la pereza y se opone al pecado capital de la pereza. La virtud de la caridad puede atribuirse a los actos de generosidad y sacrificio. Renunciar a algo por otra persona muestra tanto generosidad como sacrificio. La avaricia es el pecado capital opuesto.

Paciencia y humildad

La virtud de la paciencia tiene relación con los actos de perdón y estar en paz contigo mismo. Nunca recurrir a la violencia y ser una persona estable y confiable son cualidades de la paciencia. El pecado capital opuesto a la paciencia es la ira. La humildad significa ser modesto y tener el coraje de enfrentar los miedos o sobrellevar las tareas difíciles, tediosas o indeseables. La soberbia es el pecado capital que se opone a la humildad.

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