¿Qué significa ecogenicidad?

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La ecogenicidad es la propiedad de los tejidos del cuerpo de reflejar las ondas ultrasonido, y esa capacidad se aprovecha por el campo de la medicina para hacer ecografías y estudiar los órganos internos.

La ecogenicidad es un término prácticamente desconocido para la mayoría de las personas a pesar de que está relacionado con un procedimiento médico del que todos hemos sido parte por lo menos una vez en nuestra vida: una ecografía.

Una ecografía es una técnica de exploración de los órganos internos del cuerpo, y consiste en registrar el eco de ondas electromagnéticas o acústicas enviadas hacia el lugar que se examina, a partir de este breve concepto se entiende el significado de ecogenicidad.

¿Qué es ecogenicidad?

Es la propiedad de los tejidos y órganos de generar la reflexión de las ondas ultrasónicas, también podría definirse como la intensidad del brillo de una imagen obtenida en una ecografía. En este sentido, en cada parte del cuerpo la ecogenicidad varía, pues la imagen que proporciona una ecografía no es igual en toda su composición.

En todos los tipos de ecografía las ondas de sonido utilizadas no son audibles por el oído humano, son ultrasonidos que chocan con diferentes estructuras: piel, grasa, músculo y líquido, y dependiendo de la capacidad de penetración en cada tejido, una parte de los ultrasonidos que componen el haz continúan, es decir, atraviesan la superficie, y otra parte se refleja.

Los ultrasonidos reflejados son recogidos por la misma sonda que los emite y son analizados por el equipo que muestra una imagen de la parte sobre la que está haciendo el estudio. Normalmente, los huesos, que son la estructura más densa del cuerpo, tienen la capacidad de rebotar más ondas por lo que aparecen representados de color blanco, mientras que el líquido se representa en tonalidades oscuras, debido a que permite el paso de las ondas en lugar de reflejarlas.

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Tipos de ecografía

Existen muchos tipos de ecografía:

Ecografía abdominal: El médico puede ver algunos de los órganos de la región abdominal, como el páncreas, hígado, vesícula biliar, bazo y riñones. En pacientes femeninos puede examinarse el útero y los ovarios y en los pacientes masculinos la próstata.

Ecografía mamaria: Se usa para detectar anormalidades de las mamas. Se utiliza en pacientes adultas de manera preventiva como parte de un chequeo rutinario anual o cuando el médico, por medio de un examen físico, ha detectado alguna anormalidad o protuberancia.

Ecografía tiroidea: Con este tipo de ecografía se hace una observación de la glándula tiroides y las estructuras adyacentes al cuello. Se utiliza en la detección de nódulos que no son apreciables con la palpación física.

Ecografía muscular o tendinosa: Muestra el estado de los músculos, tendones, ligamentos, cartílagos y tejidos blandos, por ende sirve para diagnosticar problemas en hombros, codos, muñecas o rodillas.

Ecografía urológica: Se utiliza para ver los riñones, uréteres, vejiga urinaria y uretra y en los hombres la próstata. Sirve para diagnosticar patologías o infecciones de los riñones, tumores, cálculos y conocer la causa de la sangre en la orina.

Ecografía obstétrica: Esta ecografía se hace con el objetivo comprobar o no la existencia de un embarazo y conocer además cuál es el estado del embrión o feto, la placenta, el útero, el cuello uterino y el líquido amniótico.

Ecografías en el embarazo

A lo largo de un embarazo, se hacen tres ecografías para proporcionar a la madre y al médico información sobre la evolución del bebé, su grado de bienestar y su posición, la localización de la placenta y la cantidad de líquido amniótico. Con estos chequeos también se pretende detectar anomalías en el desarrollo embrionario.

Las ecografías en el embarazo comienzan a partir de las semanas 11–13 y la primera de ellas sirve para determinar la edad gestacional, ver la situación de la placenta, el número de fetos y el pliegue nucal. La segunda revisión se hace entre la semana 18-20 para ver cómo se han empezado a formar los órganos, cuál será el sexo del bebé y si se presenta alguna anomalía. La última ecografía se hace entre la semana 33–34 para valorar el crecimiento fetal, su posición y alguna una malformación tardía.

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¿Es perjudicial para la madre o el feto?

Las ecografías en el embarazo no utilizan radiaciones ionizantes del tipo de los rayos X, sino ultrasonidos, así que no pueden ocasionar un efecto perjudicial sobre el feto. El paso de los ultrasonidos a través de los tejidos solo libera calor por efecto térmico, pero la cantidad que generan los equipos médicos es despreciable, lo que lo hace seguro.

Una ecografía es una prueba segura para todas las edades, además no genera dolor ni molestia física, por el contrario, es de gran ayuda para médicos y profesionales de la salud.

ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.

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