Síntomas de la anaplasmosis canina

Las garrapatas se adhieren a cualquier perro sin importar su edad, sexo o raza.

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La anaplasmosis, también conocida como ehrlichiosis, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Anaplasma phagocytophilum. Esta bacteria se transmite a los perros por la garrapata marrón del perro, la garrapata de patas negras del Pacífico y la garrapata de los ciervos, las cuales también pueden llevar a la enfermedad de Lyme. En la mayoría de los casos, los perros mordidos por una garrapata portadora de la bacteria presentan síntomas a dos semanas de la infección.

Vómitos y diarrea

Tanto los vómitos como la diarrea pueden presentarse en perros que sufren de anaplasmosis. Por desgracia, hay cientos de enfermedades y condiciones pueden causar diarrea o vómitos en los perros, por lo que tu veterinario puede tener dificultades para diagnosticar la enfermedad de tu mascota

Fiebre

La fiebre es otro síntoma común de la anaplasmosis canina. La temperatura de un perro sano oscila normalmente entre los 99 a los 102,5 °F (37,2 a 39,2 °C), dependiendo de la raza. Se considera que un perro tiene fiebre cuando tiene una temperatura superior a los 102,5 °F.

Articulaciones

Al igual que con la enfermedad de Lyme, los perros que sufren de anaplasmosis pueden experimentar dolor o inflamación en las articulaciones. El dolor puede cambiar de una pierna a la otra. La hinchazón puede ser extrema, lo que causa que algunos perros lloren cuando tratan de moverse. Debido al dolor, también pueden ser reacios a moverse.

Cambios en el comportamiento

La anaplasmosis puede conducir a cambios en el comportamiento en algunos perros. Esto puede manifestarse como depresión o letargo.

Pérdida de apetito

En algunos perros, la bacteria Anaplasma phagocytophilum puede causar pérdida de apetito, lo que conlleva pérdida de peso.

Trastornos de sangrado

La anaplasmosis puede causar que algunos perros desarrollen trastornos de sangrado. Los síntomas de este trastorno incluyen la contusión severa de la piel, sangrado de la nariz y la presencia de sangre en la orina.

Problemas de riñón e hígado

Los perros con anaplasmosis puede sufrir infección y/o daños en el hígado o los riñones. Una vez que la enfermedad ha sido identificada y tratada, estos problemas tienden a resolverse por sí solos.

Síntomas neurológicos

En infecciones más severas, los perros con anaplasmosis pueden sufrir de problemas neurológicos como dolor de cuello, convulsiones y ataxia. Los síntomas de la ataxia canina incluyen una pérdida de equilibrio después de un brusco movimiento, temblores y un cambio en la marcha en la que el perro puede tropezar o parece que está borracho. Las convulsiones en los perros a menudo se manifiestan como un movimiento muscular incontrolable, acompañado de una pérdida temporal de control sobre los movimientos intestinales.

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