Cómo cambiar el carril de una puerta corrediza

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Las puertas corredizas son elegantes, prácticas y ahorran espacio. Desafortunadamente, el sistema de la puerta se mueve y maltrata a diario y no es tan resistente. Los carriles de la puerta se tuercen y los rodillos se desgastan, lo que da como resultado que las puertas ya no cierren completamente, se atoren o no funcionen bien. Una vez que se identifica la causa del problema, los rodillos pueden limpiarse y los carrilles torcidos o gastados se pueden cambiar con relativa facilidad.

Step 1

Agarra la puerta por ambos lados. Levántala hasta que los rodillos liberen el carril y tira de la parte inferior de la puerta hacia a ti. Quítala inclinándola hacia abajo y deslizándola hacia afuera del carril superior. Haz lo mismo con la segunda puerta.

Step 2

Cepilla o aspira el carril para quitarle cualquier suciedad u objeto, examina todo el carril cuidadosamente y si hay signos de desgaste o está torcido, necesitará reemplazarse.

Step 3

Utiliza un destornillador Phillips o uno plano para quitar los tornillos de los carriles superior e inferior. Haz que tu ayudante sostenga el extremo del carril superior para que no se deforme cuando lo quites. Mide el largo y el ancho de los carriles con una cinta métrica.

Step 4

Llévate el carril inferior para que lo puedas comparar en algún almacén de mejoras para la casa. Compra los dos carriles nuevos para la puerta, ya sean de aluminio o de plástico, de la misma medida de ancho aunque la de largo puede ser igual o ligeramente más grande. Compra tornillos de reemplazo y una lata de lubricante de grafito seco en aerosol, aprovechando que estás allí.

Step 5

Pon el carril nuevo y el viejo juntos, uno atrás del otro con los agujeros alineados. Si tienes que recortar el carril de reemplazo para que se ajuste, marca los extremos con un lápiz mientras lo sosties en contra del carril viejo. Repite esto con el otro carril y corta ambos a la medida adecuada con la sierra de arco.

Step 6

Coloca ambos carriles nuevos en el lugar correcto, para esto usa tornillos nuevos. Limpia los rodillos inferiores de la puerta con un cepillo de 1/2 pulgada (1.27 centímetros)y un poco de alcohol desnaturalizado. Rocía el lubricante para grafito en ambos lados de cada rodillo de la puerta y dentro de las ranuras paralelas de los carriles superior e inferior. Limpia el exceso con un trapo limpio y seco.

Step 7

Inclina las puertas, una por una, para ponerlas hasta el tope dentro del carril superior, mueve los rodillos en el carril empujando la parte inferior de la puerta con tu rodilla y bajandola hasta su lugar. Prueba si ambas puertas se deslizan bien.

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