Cómo hacer harina con avellanas

Las avellanas tienen un sabor delicioso.

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Las harinas de nueces enriquecen las tortas, galletas y otros productos de repostería. Le dan a los postres una textura diferente y un sabor que deja su marca. Haz solamente la cantidad de harina de avellanas que necesitas para la receta o guarda lo que sobre en el congelador. Debido a los aceites naturales de la avellana, la harina puede volverse rancia si la guardas en la alacena. El sabor delicioso de la avellana queda bien con café, chocolate y otros sabores.

Step 1

Coloca las avellanas en el congelador la noche anterior al día que quieres hacer la harina. Las avellanas congeladas se rompen más antes de que salgan los aceites naturales. Moler avellanas frescas puede producir una pasta aceitosa.

Step 2

Instala y enchufa tu procesadora. Coloca las avellanas dentro y cierra la tapa.

Step 3

Enciende la procesadora de alimentos y vigila mientras las avellanas se pican en trozos más y más pequeños. Detén la procesadora cuando las avellanas se hayan molido en una pasta. Abre el aparato.

Step 4

Mueve el contenido con una espátula buscando avellanas enteras. Si la mayoría se han reducido a polvo, deja de moler. Si todavía hay muchas en trozos grandes, continúa oliendo.

Step 5

Pon las avellanas molidas en un tamiz fino y sacúdelo para que solamente pase la harina más fina.

Step 6

Guarda los trozos grandes para otras recetas o para agregar a ensaladas, cocinar u otros platos. Utiliza la harina de avellanas como indique tu receta.

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