Técnicas de disciplina para un niño de 10 años

Disciplina en un niño de 10 años.

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A los 10 años de edad, tu hijo ha llegado a una edad donde ya no necesita confiar en tu juicio solamente. Puede determinar por sí mismo la diferencia entre el bien y el mal. Por lo tanto, las técnicas de disciplina para los niños pequeños ya no pueden ser apropiadas para tu hijo preadolescente. Para enseñar la responsabilidad del niño por sus acciones, tu enfoque a la disciplina debe comenzar a cambiar de la instrucción a la dirección. También debería haber una mayor expectativa de que tenga autodisciplina al tomar decisiones.

Pérdida de privilegios

Emitir un receso es una técnica común de disciplina para los niños pequeños, pero uno de 10 años podría necesitar una consecuencia que sea máss sustancial. En su libro de coautor de "Common Sense Parenting", Ray Burke, pH. d. y Ron Herron sugieren restringir los privilegios de tu hijo como consecuencia de la mala conducta. Para aumentar la eficacia de esta técnica, Burke y Herron recomiendan agrupar el comportamiento a la consecuencia dada. Por ejemplo, si tu hijo descuida su trabajo escolar, perderá el privilegio de su tiempo libre hasta que complete sus asignaciones. Un niño de 10 años es capaz de entender que cuando toma una opción de actuar mal, está eligiendo la consecuencia más severa unida a él también.

Responsabilidades extra

Otra técnica de disciplina para los niños de 10 años es la adición de las tareas por una conducta inapropiada. Por ejemplo, si tu hijo te habla sin respeto, asígnale la tarea de limpiar los platos de la cena esa noche además de hacer sus tareas regulares. Burke y Herron afirman que esta técnica disciplinaria no sólo es útil en la corrección de mal comportamiento, sino que también enseña responsabilidad a tu niño. Aunque es todavía joven, tu hijo está en una edad donde celebrara un alto nivel de autocontrol que cuando era un niño pequeño. Si no logra hacerlo, los castigos son más severos.

Restitución

Enmendar errores es una importante lección de vida. A los 10 años, tu niño tiene edad suficiente como para hacer un esfuerzo razonable hacia la restitución si su comportamiento resulta en daños y perjuicios. Por ejemplo, si tu hijo es descuidado y rompe algo que pertenece a otra persona, parte de su disciplina debe ser que se encargue del reemplazarlo. Tu niño tendrá que realizar las tareas simples para ganar dinero o dar un poco de su asignación. El principio detrás de la técnica de la restitución no es vergüenza o disuadir a tu hijo. En cambio, le estás preparando para un mundo que no será protegerle cuando cometa un error, sino que insiste en que acepte la responsabilidad por sus acciones.

Refuerzo positivo

Aunque no es una técnica correctiva, el refuerzo positivo es una herramienta de enseñanza buena y de enfoque disciplinario preventivo. El sitio web Healthy Children recomienda señalar el buen comportamiento y elogiarlo por ello tan a menudo como sea posible. Con tu hijo madure, podrías esperar su buen comportamiento de manera regular. Esta no es una expectativa razonable sino que se convierte en un problema sólo cuando comienzas a perder oportunidades para alabarle por ello. A los 10 años, tu hijo no ha superado su necesidad de tu aprobación. Debes reconocerlo cuando exponga amabilidad, confiabilidad o generosidad si quieres que esas conductas continúen.

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