Técnicas y equipamiento para la cocina italiana

Es tentador pensar que la verdadera cocina italiana es complicada. Es comprensible pensar así, si has comido alguna vez comida italiana de calidad y has notado el fondo y riqueza de una buena salsa, o el delicado sabor y textura de la pasta hecha en casa. Por suerte para ti, te equivocarías si lo pensaras. La cocina italiana no es difícil, aunque se ha de hacer con pasión.

Equipamiento

Independientemente de qué región hablemos, los procesos culinarios de la mayoría de comida italiana no difieren de los tuyos. Los italianos fríen, sofríen, asan, doran, hierven, cuecen, hacen a la plancha, sellan, pochan y hornean.

La diferencia principal, en la mayoría de casos, es que los italianos no se conforman con ingredientes ya preparados adquiridos en la tienda. En su lugar, les gusta utilizar lo más fresco y sabroso para la mesa, sin importar lo que sea. Esto se aplica también a la pasta. Aunque normalmente se sirve como el primer plato, y no como el plato principal, que es lo que proponemos aquí, es importante saber cómo hacer pasta fresca.

La receta básica que se usa para hacer la mayoría de pasta es sencilla, y solo se necesita harina de sémola, huevos, aceite de oliva virgen extra, agua y sal. La tradición dicta que hay que poner la harina sobre la superficie de trabajo y hacer una agujero en el centro. A continuación, se echan los huevos en el agujero, se salan y se echa el aceite de oliva. Con ayuda de un tenedor, integra la harina con los huevos poco a poco. Continúa con la mezcla hasta que tengas una masa. Si se seca demasiado, echa unas cuantas gotas de agua y sigue amasando la mezcla que consigas una masa fina y ligeramente pegajosa. Ten a mano algo de harina extra para espolvorear la superficie de trabajo.

Esta es la parte donde puedes tomar una decisión: puedes estirar la masa o bien a mano, usando un rodillo, pero te llevará más tiempo y puede que lo encuentres frustrante. Las abuelas italianas tienen, normalmente, rodillos muy gruesos de madera que usan precisamente para conseguir una masa fina; estos rodillos se pueden comprar en tiendas especializadas. También puedes comprar máquinas para hacer y cortar pasta, bien sean de manivela o eléctricas, que es lo que usa la mayoría de gente hoy en día. Las de manivela están hechas de metal, pueden sujetarse a la encimare y son bastante fáciles de utilizar. Presentan distintas cuchillas desmontables para cortar la pasta, para que puedas cortar las láminas de pasta justo después de hacerlas.

Un aviso: nunca pongas a remojo la máquina de hacer pasta para limpiarla. De ser necesario, límpialo con un trapo húmedo; los usuarios asiduos simplemente limpian la harina que ha quedado con un trapo o cepillo después de cada uso y guardan la máquina.

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