Cómo conseguir que la tinta fluya en una pluma fuente

Según el célebre y afamado escritor de todos los tiempos Miguel de Cervantes, “la pluma es la lengua del alma.”

Las plumas fuentes han sobrevivido a un postmodernismo caracterizado por un uso cada vez más intenso de aparatos digitales. Smartphone, tablas, portátiles cada vez más ligeras han arremetido contra el legado, historia y elegancia del manuscrito.

Sin embargo las plumas fuentes o plumas estilográficas, aún siguen muy vigentes en todo el mundo.

Llenas de nostalgia y romanticismo las plumas fuentes y las agendas aún son compañeros inseparables de una buena cantidad de ejecutivos, académicos, proyectistas, empresarios e incluso jóvenes creativos, impulsados por movimientos y herramientas muy actuales y post modernos como el pensamiento visual o “visual thinking” y el diseño gráfico o “graphic design.”

La elegancia de una pluma fuente imprime estilo y personalización a nuestros manuscritos que ninguna tecnología podrá sustituir.

Marcas como Parker, Faber Castel, Caterpillar, Cocodrile, Ohto Tasche y Sheaffer, siguen imponiendo supremacía, elegancia y buen gusto a nuestra escritura.

El estilo y la distinción buscados en una pluma estilográfica puede ser tal que podemos encontrar modelos en oro tallado y aunque no lo creas por un precio relativamente módico.

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Algo de historia sobre las plumas fuentes

No se tiene fecha exacta desde el momento en que el hombre tomando una pluma de cálamo o de ganso, comenzara a untarla en tintura y plasmar ideas sobre un pergamino.

Las mejores obras literarias fueron escritas de ésta forma, Cervantes y Shakespeare escribían de esa manera. Mojando una pluma de oca en un tintero y luchando contra el goteo y los manchones.

No es sino hasta el siglo diecinueve, que Bryan Donkin, decidió innovar y pasar del uso del cálamo a una pluma de acero, a la cual en 1819 W. A. Scheaffer agregó un nuevo sistema de carga.

La primera pluma fuente básica, predecesora de las modernas, fue patentada por L. E. Waterman en 1884. Quien ideó un sistema de alimentación de tinta que permite que la misma se almacene en una lapicera y fluya a través de la punta y luego sobre el papel.

El mecanismo evolucionó a través de los años, hasta la que conocemos hoy en día, lo que permite a los escritores estar lejos de su escritorio y del tarro de tinta para poder escribir.

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Hacer fluir la tinta en una pluma fuente

El uso y la pasión por las plumas estilográficas hoy en día son indiscutibles. Pero como con todos los sistemas, pueden surgir problemas con del flujo de tinta cuando éste no funciona correctamente.

Si la tinta no está fluyendo como debe ser, hay varias maneras de reactivar la misma.

Asegúrate de que el cartucho de tinta esté firmemente unido a la carcasa o lapicera. Si verificas que está correctamente conectado, agita la pluma un poco y guárdala en posición vertical con la punta apuntando hacia abajo durante un corto tiempo, para permitir que la tinta circule a la punta.

Si con esa maniobra la tinta todavía no fluye, tu pluma fuente puede estar obstruida.

Retira la punta de la pluma fuente y sumérgela en agua tibia con un poco de alcohol durante cinco minutos. Sólo la punta. Otras partes de la pluma que no están en contacto regular con la tinta no son resistentes al agua.

Vuelve a armarla después de limpiarla, y prueba su flujo. Si esto no funciona, intenta el siguiente paso.

Inserta una hoja de afeitar lentamente y con cuidado a través de la punta de la pluma en el pequeño espacio entre los dos dientes de ésta. Retírala lentamente y con cuidado. Esto debe limpiar la zona y cualquier obstrucción en ella. Deja reposar la pluma en posición vertical y prueba de nuevo para ver el flujo de tinta.

Si la tinta no fluye aún, puede ser por aire retenido en el cartucho. Retira la parte inferior de la pluma. A continuación, deberías sostener la punta y el cartucho de tinta. Apriétalo hasta que la tinta haga burbujas a través de la punta. Vuelve a armar la pluma fuente, y comprueba si la tinta sigue fluyendo.

Si ninguno de estos remedios funciona, envía tu pluma fuente a un profesional de reparación o al distribuidor. Puede ser necesario ajustar la punta de ésta o puede necesitar ser reemplazada.

Hazle un favor a tu pluma estilográfica, asegurándote de taparla cada vez que no la estés utilizando. Esto debería ayudar a mantener el flujo de tinta y que no se seque u obstruya.

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