Camisas de vestir

Los cuellos de las camisas de vestir en general pierden su forma después de varias lavadas. El almidón evita que el cuello se curve hacia abajo o se aplane. Coloca la parte posterior del cuello de la camisa de forma plana sobre una tabla de planchar y rocía una pequeña cantidad de almidón. Plancha sobre el cuello de un lado a otro, dale vuelta a la camisa de nuevo y repite el procedimiento en la parte delantera del cuello.

Rociar almidón también ayuda a mantener la forma de los puños, creando una apariencia impecable incluso para una camisa bien gastada. Coloca el puño de forma plana sobre una tabla de planchar, rocía el almidón y plancha cada lado.

Pantalones de vestir

Los pantalones de vestir a menudo tienen un pliegue o filo en el medio de las dos piernas. El almidón ayuda a que se mantenga este pliegue. Coloca la pierna del pantalón sobre una tabla de planchar con el pliegue en el centro exacto de la pierna. Rocía el almidón cerca del pliegue y deja que la tela lo absorba. Plancha a fuego medio-alto para sellar el almidón en el material.

Ten en cuenta que el almidón funciona mejor con algodón y telas de mezcla de algodón, por lo que no coloques almidón a pantalones de lana.

Vestidos y faldas

Los vestidos de corte ceñido y faldas también se benefician del almidón. Puedes almidonar las faldas lápiz, las cuales se hacen para mantener una forma rígida y no una que fluya libremente, así como vestidos pegados. Simplemente rocía la tela, deja que el almidón sea absorbido y plancha el vestido o falda de forma plana. Sin embargo, no debes crear pliegues en los que no van de forma natural.

Ropa casual

Si bien cada vez menos personas utilizan almidón en su ropa casual como en mezclilla o camisetas, algunos lo utilizan para prevenir las arrugas y las manchas. No utilices almidón en la seda o lino, ya que puede causar manchas de almidón y hacer que estos tejidos se endurezcan más de lo natural.