Libro de los sentimientos

Un libro casero funciona para que los niños aprendan las diferencias entre las emociones. Cada página del libro resalta una emoción diferente. Puedes crear plantillas de páginas para hacer que el trabajo sea más sencillo. Escribe el nombre de la emoción en la parte superior de la hoja y deja espacio para que los chicos puedan dibujar una imagen relacionada con la emoción. El niño podría dibujar la cara de una persona mostrando esa emoción, como por ejemplo, un chico llorando de tristeza. Otra opción es dibujar una situación que cause esa emoción, como el juguete preferido roto del niño. Los chicos más grandes también pueden escribir una descripción de la emoción en la página. Abrocha las hojas dentro de una tapa de papel construcción. Los chicos pueden usar el libro para ver las distintas emociones.

Un collage de sentimientos

Los collages le agregan un aspecto creativo a las actividades con sentimientos. Cada chico comienza con una gran hoja de papel construcción o una cartulina como la base del collage. Los chicos cortan imágenes de las revistas que estén relacionadas con emociones. Anímalos a encontrar distintas emociones para mostrar el rango completo de sentimientos. Otra opción es crear collages de clase. Utiliza un trozo de papel diferente para cada emoción. Escribe el nombre del sentimiento en letras grandes en el medio de la hoja. Los niños podrán relacionar las imágenes a los distintos sentimientos. Pueden pegar las imágenes en el papel adecuado basándose en la emoción mostrada en la foto. Puedes colgar los collages en la habitación como una referencia para los chicos.

Juego de roles

Los juegos de roles ayudan a que los chicos identifiquen las distintas emociones y situaciones que podrían causar esas emociones. Un maestro o un adulto puede crear una lista de los distintos escenarios, haciendo foco en situaciones que podrían causar emociones fuertes. Un chico siendo dejado de lado en alguna actividad, una fiesta de cumpleaños sorpresa, un objeto familiar muy querido que se rompe o un viaje familiar a un parque de diversiones son unos pocos ejemplos que pueden funcionar para una actividad de juego de roles. Anota cada situación en una hoja aparte.

Para completar la actividad, divide a los chicos en pequeños grupos. Cada uno dibujará en una hoja para determinar lo que actuarán. Los niños deben interpretar la situación haciendo foco en las emociones que causan. El resto de los niños deben observar las reacciones e identificar las emociones que ven.

Adivinanzas

Las adivinanzas de sentimientos son un juego rápido que puedes practicar en cualquier momento. Escribe distintas emociones en tarjetas. De a uno a la vez, los chicos deben seleccionar una tarjeta para elegir una emoción. Debe actuar la emoción sin usar palabras. Los otros chicos deben adivinar la emoción basándose en las expresiones faciales del niño y en otras pistas no verbales.