Cómo llevar un libro de contabilidad doméstica

El primer paso para ahorrar dinero es examinar cuánto estás gastando actualmente y buscar alternativas para gastar menos. Por esto, un presupuesto doméstico es un excelente punto de inicio. Puedes hacer seguimiento a tu presupuesto en un software de hoja de cálculo, como Excel, o mediante un libro de cuentas en papel. Aunque la hoja de cálculo realiza los cálculos por ti, escribir datos concretos en papel puede ayudarte a internalizar con más efectividad las implicaciones de tu presupuesto. De cualquier forma, todo empieza por saber cómo llevar un libro de contabilidad doméstica.

Elabora una lista de tus gastos domésticos. Estos gastos corresponden a tus costos fijos, e incluyen cosas como: pagos de alquiler o hipotecas; servicios públicos como el gas, electricidad, televisión por cable, teléfono e Internet; pagos de vehículos y otros pagos de préstamos.

Lista tus gastos domésticos variables. Éstos se componen de elementos como gastos de alimentación, reparaciones y mantenimiento de vehículos, cuidado de niños, ropa, cuidado del pelo y entretenimiento.

Registra tus pagos promedio para las cuentas de tarjetas de crédito. Asegúrate de incluir las tarjetas de crédito principales, así como las de almacenes.

Haz seguimiento a tus primas de seguros de vivienda o alquiler, de automóvil y planes de seguro médico. Incluye también el seguro de vida.

Escribe la fecha de vencimiento de cada gasto en la siguiente columna. Resalta los elementos que deban ser pagados por correo, ya que estos pagos pueden tardar hasta 10 días en recibirse y hacerse efectivos en tu cuenta.

Registra los montos de pago en la siguiente columna. Si tienes alguna cantidad vencida, tal vez quieras colocar esa columna entre la fecha de pago y la columna del monto de pago normal.

Considera los elementos que has escrito en el libro de cuentas como tu presupuesto. Revisa todas las entradas y analiza si alguno te parece demasiado alto. Trata de reducir los planes de teléfono celular o televisión por cable para reducir costos. Muchos proveedores pueden evaluar tu uso y recomendarte planes para ahorrar dinero.

Registra el saldo de las cuentas en otra columna. Esto te permitirá tener una imagen general en una página. Esto puede incentivarte a pagar saldos completos para reducir los pagos posteriores.

Anota todos los gastos actuales en una página separada del libro de cuentas. Conserva todos los recibos de una semana o mes, y regístralos. Este paso te permitirá comparar lo que presupuestaste y lo en realidad gastaste. Así, podrás aprender a poner freno a los hábitos de gasto impulsivo.

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