¿Cómo es un día de trabajo de un cajero de banco?

Los cajeros de banco manejan elevadas sumas de dinero.

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Los cajeros de banco son individuos importantes y confiables que integran la industria bancaria. Al ser responsables del manejo de grandes sumas de dinero, deben atravesar una serie de verificaciones tanto de su entorno como de sus antecedentes penales, a través de sus huellas dactilares, antes de ser contratados. Una vez que se ha demostrado que no posee ningún expediente policial, un cajero puede comenzar a trabajar en alguna de las muchas instituciones de todo el país.

Proceso

Detrás de escena

Un día típico de un cajero comienza entre las 8 y 9 de la mañana. En ese horario, es responsable de abrir la bóveda y de retirar el efectivo necesario para la operatoria del día. Existe un sistema de controles y saldos que aseguran que se accede a la bóveda correctamente y al salir queda perfectamente asegurada. En la mayoría de los casos, a la mañana entran dos cajeros para retirar, contar y evaluar el contenido. Este sistema se estableció como protección tanto para el banco como para los mismos cajeros.

Preparativos de la mañana

Al retirar el efectivo, las boletas de depósito y de retiro y demás papeles necesarios de la bóveda, cada cajero tiene asignado un cajón que contiene una suma específica de dinero que es única para cada banco. Junto con ese cajón, se entrega a todos ellos los documentos que utilizarán a lo largo de cada día, tal como ya mencionamos más arriba. Cada cajero cuenta el dinero de su cajón, se asegura de que tiene la suma de dinero de la cual será responsable y se prepara para atender al público durante ese día.

Responsabilidades diarias

A partir del momento de apertura y hasta el cierre del día laboral, un cajero debe brindar a todos los clientes un trato excelente en todo momento. Se espera que sea amable, que atienda con una sonrisa y que considere a los clientes como un activo del banco. El cajero paga cheques, recibe depósitos, responde las consultas del público relativas a sus cuentas como saldos y tenencias, e identificación de cheques para asegurar la máxima protección a todas las operaciones.

Fin de las transacciones del día

Al término del día laboral y una vez que salió el último cliente, el banco cierra y los cajeros verifican las operaciones del día con un impreso que audita los movimientos diarios. Es en este momento que se tratan y corrigen los errores humanos y las transacciones poco claras. Cuando el efectivo, los cheques, los depósitos y los retiros han sido verificados, el cajero coloca el dinero y los papeles de vuelta en la bóveda, ubicándolos en los lugares que corresponde. Luego, la bóveda se cierra y el cajero abandona el establecimiento hasta el día siguiente.

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