Cosas que escribir en una lápida

Desde la época victoriana hasta nuestros días la escritura en lápidas ha cambiado mucho.

Con el tiempo, casi todas las personas tienen que participar en una decisión sobre qué poner en una lápida de un pariente o un ser amado. Durante la época victoriana hasta el cambio al siglo XX, la prosa florida predominaba en los fragmentos de la poesía y la escritura que se ponían en las lápidas. La Primera Guerra Mundial trajo un punto de vista menos romántico sobre la muerte y actualmente la prosa memorial es sólo cuestión de la preferencia familiar.

Lo básico

Dependiendo del parentesco, el grabado se puede poner en distintas formas.

El nombre completo del fallecido, quizás puesto entre comillas, es la forma más común de grabado en una lápida. De vez en cuando se ponen las iniciales para abreviar el primero y el segundo nombre en caso de que se incluya una piedra "compartida" (asociada con un memorial adyacente). Los grabados para niños frecuentemente se etiquetan con un diminutivo del nombre o sólo como "bebé" e "hijo" o "hija" en caso de que el menor haya muerto antes de ser bautizado. El año de la muerte siempre se graba en la lápida aunque de manera frecuente el año de nacimiento se agrega y en ocasiones también el día y el mes. Debido a que las futuras generaciones pueden usar el memorial como referencia para establecer las genealogías, la exactitud es esencial en esta información de identificación. Otra información básica que se puede incluir en una lápida compartida es el parentesco del fallecido con otros integrantes ("esposa", "padre", "hermana") de la familia.

Importancia de las añadiduras

De acuerdo al cargo o al parentesco se puede agregar o no un grabado de afecto o no.

El servicio militar por lo general se anota en la lápida; las lápidas gratuitas y los grabados se pueden adquirir para los veteranos de grados altos en la Administración de Veteranos (véase Referencia 2). La información militar puede ser tan simple como el cargo de servicio o el rango, asignación o servicio de guerra. Otras añadiduras pueden incluir el servicio público, el cargo elegido o la membresía del club de servicio. Las conexiones fraternales como las afiliaciones a los masones, Eastern Star o Greek por lo general se anotan con símbolos de la membresía. Los términos de afecto ("Amado esposo", "Querida madre") también son tradicionales. Aunque muchas lápidas de la época victoriana están repletas de dichos afectos ya que su uso es cuestión de la preferencia en lugar de la forma de las actuales lápidas de ornato.

Prosa y poesía

Los poemas o versículos bíblicos también se pueden agregar como epitafios.

"Recuerda hombre que mientras camines como eres, así solía ser, como eres ahora, así voy a ser, recuérdalo y sígueme".

Esta rima cautelar en una tumba inglesa casi invita a un grabado irreverente como el siguiente:

"No consiento seguirte hasta que sepa a donde irás". (véase Referencia 3)

La prosa, que a menudo proviene de la Biblia o de cualquier otro libro sagrado y la poesía, en ocasiones adorna las lápidas en forma de epitafios para resumir el espíritu del fallecido. Muchas familias eligen frases breves y familiares de los libros de los Salmos y de los Proverbios como "¿quién puede encontrar a una buena esposa? Si es más hermosa que las joyas" (Proverbios 31:10). Otros epitafios usan pasajes de los Evangelios como "A donde voy ahora no puedes seguirme" (Juan 13:36). El poema, canción o pieza literaria favorita del finado se puede agregar como epitafio. De vez en cuando, una familia puede agregar un pensamiento o poema de su propia inspiración o elige una frase adecuada para incluirla como epitafio que encaje en la lápida. Es bueno recordar que las costumbres cambian; en algunos periodos históricos el humor, a diferencia de otros panteones, estaba fuera de lugar en un cementerio público. La frase más simple por lo general era lo más adecuado para que las futuras generaciones mostraran los sentimientos de los seres queridos hacia el fallecido.

eHow en espanol
×