Antecedentes

En muchos lugares, el agua dura viene con el territorio. Instalar sistemas de ablandamiento de agua puede ser costoso, y a algunas personas no les gusta la textura del agua ablandada, que puede sentirse viscosa. Además de hacer que las instalaciones de plomería sean más difíciles de limpiar, los minerales del agua dura pueden penetrar y adherirse a las fibras de la ropa y de todas las prendas. Tu técnica de lavado puede ayudar a minimizar los problemas de agua dura en tu ropa.

Nata de jabón

El jabón combinado con los minerales del agua dura forma nata de jabón. Este es el residuo sucio que se forma en las bañeras y las duchas, y que puede ser muy difícil de eliminar. Esta misma nata se desarrolla en los tejidos si utilizas jabón para lavar la ropa a mano o en la lavadora. La extensión de la Universidad de Nueva México aconseja usar detergente, no jabón, si tienes agua dura. La nata de jabón puede volver gris la ropa y las sábanas.

Suciedad

Si no utilizas suficiente detergente para combatir los minerales del agua dura, la lavadora no limpiará tu ropa de manera eficiente y ésta retendrá suciedad y minerales en las fibras. Para evitar esto, añade detergente adicional a tus cargas de lavado para aumentar el poder de limpieza y evitar que la suciedad y los minerales se adhieran a las prendas. Por ejemplo, si la etiqueta del detergente para la ropa requiere que se utilice una cucharada de detergente, agrega ¼ de cucharada más.

Rigidez

Los minerales del agua dura pueden hacer que las fibras del tejido se vean enmarañadas y ásperas, volviendo las toallas y sábanas tiesas y la ropa menos flexible y dura. Lava la ropa con la temperatura más alta que los tejidos puedan tolerar. Esto asegura una mejor limpieza, a pesar del agua dura. Si utilizas agua fría para conservar el color de la ropa o ahorrar energía, utiliza un detergente diseñado para el lavado con agua fría. Si estás en un apuro, utiliza detergente líquido regular con agua fría - se dispersa más que polvo. Agregar suavizante de telas para el lavado puede reducir el efecto de los minerales en la tela. El movimiento de la ropa en la secadora ayuda a restaurar una textura más suave que la que se consigue al colgarla en el tendedero.