Step 1

Controla tus propias acciones y respuestas hacia el adolescente. Como tu rol es ser el modelo en la situación, debes asegurarte de que tu propio comportamiento es apropiado antes de que un adolescente esté dispuesto a aceptar tu disciplina.

Step 2

Comunícate con el adolescente. Un padre o maestro puede ser comprensivo con los problemas de los adolescentes o preocuparse sin aceptar el comportamiento inadecuado. Es importante que puedas hablar de cuestiones urgentes. Mejorar la comunicación puede mejorar la relación y escuchar puede darle al padre o maestro una gran cantidad de conocimiento de lo que pueden estar mostrando los comportamientos superficiales.

Step 3

Trabaja en conjunto cuando se trate de resolver conflictos. La rebeldía en los adolescentes con frecuencia se debe a algo no resuelto. Hay mucho de verdad en el viejo dicho "Que el castigo se ajuste al delito". Los padres y maestros necesitan asegurarse de que el castigo es apropiado cuando se trata de disciplina. Por ejemplo, si un adolescente es rudo con alguien, requiérele que redacte una carta de disculpa. Prohibirle la televisión por ciertos días o semanas no es un castigo que se ajuste a esta situación y probablemente incite al adolescente a mostrar incluso más comportamientos irrespetuosos. Se puede aprender más de un castigo apropiado.

Step 4

Aborda los asuntos disciplinarios en casa, no frente a los amigos. Los maestros en clase o los entrenadores deben apartar a los adolescentes rebeldes y hablar con ellos uno a uno. Los adolescentes con frecuencia reaccionan irrespetuosamente si son despreciados enfrente de sus amigos. Manejar el asunto privadamente tendrá el mejor de los resultados.

Step 5

Mantente positivo. Recuerda que la forma de manejar a un adolescente influye en como él o ella manejará sus problemas en el futuro. Avanzar en una situación difícil con el adolescente lo hará mejor en la resolución de problemas y puede ayudarle a desarrollarse como un adulto competente.