Step 1

Observa sus pies, si los dos están de pie. Si se siente atraído por ti, sus dedos de los pies probablemente apunten en tu dirección. Si está sentado, puede apuntar sus rodillas hacia ti. Si estás sentada frente a él en una mesa en un restaurante, sin embargo, esta sugerencia no funciona porque no tiene otra opción en esas circunstancias.

Step 2

Sigue su mirada. Si lo has encontrado en un cuarto lleno de gente, echa un vistazo a su contacto visual inicial. Una pista para ver si está interesado es el tiempo que te mira antes de que mire hacia otro lado. Si lo hace por cinco o seis segundos, probablemente está atraído por ti. Si estás hablando, observa cuánto tiempo sostiene tu mirada antes de que mire hacia otro lado y adónde mira cuando rompe el contacto visual. Si su mirada explora el resto de tu cara, es una buena señal. La advertencia es si no se encuentra con tus ojos para nada y se centra en alguna otra parte de tu cuerpo. Él está definitivamente interesado, pero es probable que no quieras que lo esté.

Step 3

Mira la forma en que sostiene su cabeza cuando los dos están hablando. Si la inclina hacia un lado mientras te escucha, eso es bueno. Si comienza inconscientemente a imitar tus acciones, es incluso mejor. Por ejemplo, si tratas de alcanzar un pretzel, el podría hacer lo mismo. Si se inclina hacia ti, tal vez fingiendo que no escuchó bien y te pide que repitas lo que dijiste, está sin duda atraído por ti.

Step 4

Presta atención a la frecuencia con la que te toca y por qué. Si está atraído por ti, puede comenzar a marcar su territorio con toques casuales. Si están sentados en una mesa juntos, podría tocar tu hombro si se tiene que levantar y disculparse por un momento. Si uno de ustedes dijo algo divertido y te estás riendo, podría colocar una mano brevemente en tu brazo. Cuantos más de estos pequeños signos te dé, es más probable que lo veas nuevamente.