Los fundamentos

Siempre comienza por los básicos. No debes asumir que los estudiantes saben lo que tú sabes, ni asumir que tienen algún tipo de experiencia. Cualquier chef profesional debe admitir que los básicos son importantes durante toda su carrera y que la práctica y la mejora de estas bases lleva a mejoras en tu habilidad como cocinero. A la hora de diseñar y enseñar en un curso de cocina, asegúrate de poner énfasis en la mejora de los fundamentos de la cocina. Los fundamentos que se deben incluir en un curso son el uso del cuchillo, la seguridad en la cocina, higiene (para evitar la contaminación cruzada) y métodos de cocción básicos.

Evaluaciones

Aunque muchos estudiantes llegan a clase preparados para cocinar, pocos están preparados para poner sus habilidades a prueba. Sin importar si tu clase es formal o informal, las evaluaciones pueden ser una influencia positiva en tus estudiantes. Prepárate para evaluarlos al menos dos veces durante el curso. Evalúalos al menos al principio y al final del curso. De esta manera, los alumnos serán capaces de percibir cuánto han mejorado, aumentando su confianza en sí mismos.

Condimentos

Algo que atrae a muchas personas a tomar un curso es la oportunidad de aprender cómo condimentar alimentos. Luego de haber aprendido a cocinar algunos platillos básicos, los estudiantes deben involucrarse en aprender a modificar y agregar sabor a esos platos. Algunas ideas que puedes usar en tu curso para ayudar a los alumnos a familiarizarse con los métodos de sazón incluyen presentar hierbas y especias exóticas, enseñar combinaciones básicas de sabor y explicar cuándo añadir condimentos como la sal, o cómo saber cuándo has agregado suficiente.

Maridaje de vinos

Muchos estudiantes que se inscriben en un curso de cocina están interesados en cocinar para sus amigos, parejas y familias. De esta manera, debes preparar a los estudiantes para poder organizar una cena o una fiesta. La idea es que los alumnos preparen un plato con la comida entera en mente. Enseñar el maridaje de vinos es extremadamente práctico, ya que saber qué vino ca con qué plato dejará que los invitados disfruten su comida al máximo. Al organizar un curso de cocina, pasa una semana presentando las distintas clases de vinos y explicando cuándo usar cada tipo de vino. Puedes enfatizar los maridajes durante todo el curso, explicando a tus estudiantes qué vino se adapta a qué platillo.