Virus que afectan a los pepinos

Las plantas de pepino resistentes a las enfermedades están disponibles.

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Los pepinos son parte de la familia de las cucurbitáceas, que incluye todo tipo de calabazas y melones. Aunque hay variedades resistentes a enfermedades de pepino, muchos vegetales de este tipo son susceptibles a una amplia gama de plagas y enfermedades, incluyendo algunas virales. El más poderoso es el virus del mosaico del pepino, éste puede acabar con toda una cosecha. Los que cultivan esta planta trabajan constantemente para producir variedades con cierta resistencia a éste y otros virus de mosaico.

El virus de mosaico

El virus de mosaico del pepino, CMV por sus siglas en inglés, se transmite principalmente por áfidos, pero también puede estar presente en algunas semillas. Los primeros síntomas aparecen en las hojas jóvenes, que desarrollan pequeñas áreas amarillentas y pueden parecer arrugadas. A medida que crecen, las se tornan moteadas y la planta entera se detiene en su crecimiento, produciendo menos fruta de lo esperado. Los pepinos que desarrollan el virus tienen hojas de color verde amarillento con manchas verde oscuro cerca del tallo. La fruta se ve verrugosa y sin puntas.

El virus de mosaico de la sandía produce un verde moteado en el oscuro de las hojas y nudos en las frutas torcidas y cortas. El de la calabaza, se transmite por los escarabajos del pepino o a través de semillas infectadas, que causan patrones de color verde claro y oscuro tanto en las hojas como en los frutos. El crecimiento de la planta puede atrofiarse y el fruto se deforma y se pueden observar verrugas.

Usa semillas certificadas libres de virus y controla la presencia de áfidos y escarabajos del pepino hasta que termine la temporada de crecimiento. Intenta sembrar maíz en el lado barlovento del jardín para ayudar a descartar a los insectos. Tira hacia arriba y destruye las plantas infectadas de pepino para evitar que el virus se propague. Lávate las manos y desinfecta las herramientas de jardinería después de usarlas con las plantas para evitar la transmisión del virus a plantas sanas.

Virus de mancha anular del tabaco

El virus de la mancha anular del tabaco (TRSV por sus siglas en inglés) se transmite principalmente por los nematodos daga, cuyo nombre en latín es Xiphinema americanun. Las plantas infectadas frenan su crecimiento y se observa un patrón de mosaico evidente durante las primeras etapas de la enfermedad. Más tarde, el crecimiento parece verde y oscuro. El virus progresa desde las raíces hacia arriba. Utiliza únicamente semillas certificadas libres de TRSV o variedades de plántulas resistentes. Al igual que con los virus del mosaico, desinfecta todas las herramientas de jardinería y lávate las manos con agua y jabón para evitar la propagación del virus. Elimina y destruye las plantas infectadas.

Enanismo del virus amarillo

El enanismo que produce el virus amarillo en las plantas cucurbitáceas aparece por primera vez en el crecimiento maduro y se parece al estrés hídrico, con venas amarillas en las hojas. Las más viejas se encogen y caen de la planta, a pesar de sus intentos por recuperarse y la fruta crece más pequeña de lo normal. No hay productos químicos adecuados o controles biológicos disponibles. El trastorno de las cucurbitáceas se transmite por la mosca blanca, o Bemisia tabaci biotipos, así como por alguna planta infectada. Utiliza semillas de alta calidad que estén certificadas y garanticen estar libres del virus amarillo que produce enanismo. Puedes emplear pesticidas para controlar la mosca blanca.

Prevención de enfermedades

Además de plantar las semillas libres de virus o variedades resistentes a las distintas enfermedades de pepino y de desinfectar minuciosamente todo el equipo de jardinería, cambia el lugar de la planta. No plantes pepinos el año siguiente, ni tampoco al lado de la misma área donde crecieron los de este año. Evita plantar pepinos cerca de zonas con matorrales o maleza.

Espera hasta que el suelo alcance o mantenga una temperatura no menor a 65 grados Fahrenheit (19 grados Celsius) antes de sembrarlos. De esta manera, evitarás agua estancada, ya que ésta puede generar enfermedades. Elige un sitio de plantación que tenga buen drenaje. Desentierra las malas hierbas y plantas espontáneas de pepino y sácalas antes de destruirlas. No mezcles abono orgánico con plantas infectadas. Comienza un programa para aplicar pesticidas tan pronto como las plántulas aparezcan. Usa fungicidas cuando sea necesario. Sigue las instrucciones del producto con todos los pesticidas y fungicidas.

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