Beneficios

El acero inoxidable es la opción más popular para los fregaderos de cocina. Son atractivos, fáciles de limpiar, y no se manchan ni se oxidan. No son tan caros como otras opciones, y es fácil elegir uno que se ajuste a sus calificaciones. Los fregaderos de acero inoxidable de calibre más grueso resisten abolladuras y marcas de agua. La mayoría de la gente elige de calibre 18 o 16. Cuanto menor sea el número del calibre, más grueso es el metal.

Historia

Un fregadero que ha estado presente durante mucho tiempo es el de hierro fundido cubierto con una superficie de porcelana. Los hay de muchos colores, y son duraderos y pesados. Son tan pesados que pueden ser difíciles de instalar, pero resisten los daños y conservan el calor. La superficie de la porcelana es lisa y fácil de limpiar.

Identificación

La esteatita es una piedra de color gris claro que se oscurece a medida que envejece. A muchas personas les gusta el carácter que se obtiene con un fregadero que cambia continuamente de color. Los fregaderos hechos de esteatita son suaves y fáciles de cuidar, y conservan el calor. La arcilla refractaria, o los fregaderos de cerámica, tienen superficies duras y lisas que no se decoloran, desvanecen, u oxidan. Los fregaderos de porcelana vitrificada vienen en muchos colores. Son duraderos y fáciles de limpiar, pero no se puede verter agua hirviendo en ellos y dejar caer objetos pesados ​​en ellos puede dañarlos.

Efectos

El granito compuesto, que es un material sintético hecho bajo diferentes marcas, se vende en Home Depot, Lowe's, y tiendas de plomería. Son resistentes a los rasguños, las virutas y al calor. Debido a que tienen el mismo color en todo el lavabo, si se rayan de alguna manera, no se notará. Sólo están disponibles en algunos colores.

Potencial

Los fregaderos de cobre son cada vez más populares debido a sus beneficios para la salud. Son más higiénicos que otros fregaderos porque las bacterias y los virus sólo pueden vivir sobre ellos durante un par de horas. Tienen lo se llama un acabado vivo, lo cual significa que cambian de color y textura con el tiempo. Son fáciles de limpiar mediante el lavado con jabón suave, agua y una esponja no abrasiva. Los fregaderos de cobre se deben secar cuando se usan para evitar marcas de agua, y se debe dejar correr el agua cuando se trabaja con alimentos ácidos que pueden dañar el acabado antibacteriano. Los fregaderos de cobre son duraderos y no se empañan ni se oxidan.