Step 1

Lava y acondiciona tu barba para eliminar la suciedad y residuos de los productos que usas en ella. Enjuágala con agua tibia y pálpala con una toalla para eliminar el exceso de humedad.

Step 2

Aplica un suero alisador en tu barba y péinala para distribuirlo. El suero ayuda a suavizar la barba durante el proceso de secado y protege el cabello del daño causado por las planchas calientes. A diferencia de los alisadores de pelo químicos, los sueros no cambian la textura de tu barba. Estos simplemente quedan depositados sobre los vellos para ayudar a prevenir que se encrespen y mantener la suavidad.

Step 3

Seca tu barba con aire caliente mientras la peinas desde las raíces hasta las puntas. Utiliza un peine de dientes finos para que puedas estirar y alisar los vellos. Apunta la boquilla de la secadora hacia abajo mientras peinas la barba para aplanar las cutículas de las hebras. Hazlo en secciones de 1 pulgada (2 cm) si tienes una gran barba que se extiende de oreja a oreja. Mantente peinando hasta que tu barba esté seca.

Step 4

Usa una plancha para alisar cabello si tu barba es muy rizada y no logras alisarla del todo con el suero y la secadora. Humedece el pelo de la barba con un protector del calor antes de utilizar la plancha. Sostén una sección de 1 pulgada del pelo de la barba desde las raíces y colócala entre las placas de la plancha alisadora y finalmente mueve lentamente la plancha hacia las puntas. Plancha tu barba de un lado al otro, hasta que quede completamente lacia.

Step 5

Aplica un poco se suero adicional a tu barba una vez que la hayas alisado para que ayude a mantenerla así y no se encrespe.