Huevos

La hembra pone unos 200 huevos durante su vida, por lo general entre 1 a 12 al día. Los pone sobre superficies rugosas y los envuelve con un pegamento transparente para que se adhieran a la superficie. Los huevos son blanquecinos y pequeños, del tamaño de una mota de polvo, por lo que son muy difíciles de ver a simple vista. Se incuban por 6 a 17 días y los bebés se llaman ninfas.

Ninfas

Las ninfas emergen de sus huevos con un tamaño de una cabeza de alfiler, y son casi incoloras. Son ovaladas, con un pequeño punto oscuro donde tienen la cabeza. Se parecen a los adultos en su forma, que miden alrededor de 3/16 pulgadas (0,47 cm) de largo y son planos cuando no comen, pero son más pequeñas. Cuando se alimentan, toman un color rojo sangre.

Crecimiento

Las ninfas de las chinches mudan cinco veces, creciendo cada vez un poco más. Necesitan alimentarse de sangre entre cada muda. Este proceso toma alrededor de 10 semanas, pero puede demorar solo un mes si la temperatura, la humedad y la disponibilidad de sangre son ideales.

Identificación

Las chinches no hacen nidos, pero tienden a congregarse en comunidades. Las ninfas viven entre los adultos. Se pueden encontrar en las grietas de los colchones y somieres, en el papel tapiz desgarrado, en alfombras o donde haya lugares oscuros, preferentemente cálidos y húmedos, y con gente alrededor. Pueden pasar mucho tiempo sin comer, incluso un año, por lo que la ausencia de personas y animales no es una garantía de que no estén allí. Los signos más reveladores de su presencia son unas pequeñas y oscuras manchas a la entrada del lugar donde se congregan. Estas son sus excrementos. A veces se pueden ver pequeñas manchas de sangre en las sábanas y colchones donde han sido aplastadas después de alimentarse. A diferencia de las cucarachas y otros insectos, las chinches no dependen de la suciedad para propagarse. Ellas residen en las casas y los hoteles más lujosos, así como en los moteles más desaseados.

Preocupaciones por la salud

Las chinches normalmente no transmiten ninguna enfermedad a los humanos. El principal problema para la salud es la picazón y las ronchas que causan. A pesar de que no son peligrosas en general, pueden afectar la calidad de vida, causando picazón, insomnio, ansiedad y vergüenza.