Cómo arreglar las puertas corredizas de un armario que se rozan

Arregla las puertas corredizas del armario.

Noel Hendrickson/Lifesize/Getty Images

Las puertas corredizas que se rozan pueden acelerar el desgaste de la madera, además de generar un sonido desagradable. Estas puertas también son más difíciles de abrir debido a la fricción generada. Usualmente puedes remediar esto si realizas unos ajustes en cómo están colocadas. En algunos casos, los elementos metálicos antiguos deben ser reemplazados para permitir que estas se deslicen libremente sin que haya fricción entre sí. Inspeccionar las puertas y sus componentes ayuda a identificar el origen del problema.

Step 1

Observa el interior de las puertas para asegurarte de que los mecanismos que permiten que estas cuelguen estén fijados apropiadamente dentro del riel superior. Inspecciona la base de las puertas para asegurarte de que las mismas estén colocadas apropiadamente en los soportes o rieles inferiores. Si cualquiera de las puertas está un poco afuera de los rieles, es posible que se rocen.

Step 2

Inspecciona el riel en sí para determinar su condición. Un riel doblado puede hacer que la puerta roce o toque a la otra. Reemplaza el riel de una o de las dos puertas que esté doblado o dañado y que no permita que se deslice libremente.

Step 3

Retira las puertas de los rieles. Lija los bordes y cualquier otra parte de estas que roce contra otras partes de madera. Una superficie lisa permite que la madera se deslice con mayor fluidez que una superficie áspera.

Step 4

Aplica un lubricante en pasta, el cual se puede adquirir en una tienda de carpintería. Frota el lubricante en los bordes superiores e inferiores, así como en otras áreas de la puerta que rocen con otra madera. El lubricante ayuda a las puertas a deslizarse con menos fricción.

Step 5

Coloca nuevamente las puertas en los rieles. Si los soportes lo permiten, ajusta la altura de las puertas para reducir la fricción, particularmente si una alfombra interfiere con el deslizamiento de las mismas. Si la alfombra empuja contra una puerta, puede empujarla contra la otra puerta y causar fricción.

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