¿Cuáles son los puntos clave del currículo creativo para infantes y preescolares?

Los tres primeros años de vida son de vital importancia para el desarrollo del niño.

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"El currículo creativo para niños de jardín de infantes y preescolares" (“The Creative Curriculum for Infants and Toddlers”) fue publicado en 1997 por Estrategias de Enseñanza S.A. (Teaching Strategies, Inc.), para ayudar a padres y maestros a enseñar a los niños a una edad temprana. El libro se centra en la investigación que pone énfasis en la importancia de los tres primeros años de vida del chico para que llegue a ser un adulto completo. Muestra un número de puntos que ayudan a los padres y educadores a acercarse al aprendizaje del preescolar y del infante, incluyendo cinco núcleos componentes del currículo que pueden conducir al éxito en la enseñanza.

Conocer a los estudiantes

Los estudiantes de jardín de infantes y preescolar presentan características de personalidad únicas y desafíos de desarrollo con los que los maestros pueden trabajar para comenzar con su educación.

Un preescolar o infante tiene que tener determinadas necesidades suplidas de modo que pueda sentirse lo suficientemente seguro y cómodo para aprender. Estas necesidades incluyen el confiar y nutrirse de las relaciones con los adultos y el estímulo para superar sus dificultades educativas, como así también las necesidades básicas como la seguridad y la comida.

Comprender las necesidades y personalidades de los estudiantes ayudará a proporcionar el apoyo adecuado para el proceso de aprendizaje.

Crear una "atmósfera receptiva"

Los estudiantes aprenden mejor en un ambiente en el cual se sienten seguros; esto es especialmente claro en los niños pequeños quienes pueden asustarse con mayor facilidad por lo desconocido. Para ayudar a un infante o preescolar a aprender, genera una atmósfera en donde el chico se sienta bienvenido y seguro en donde moverse, jugar y ser él mismo.

Los chicos responden a los instructores cuando saben que les caen bien y que los pueden proteger de un daño potencial. Dar tiempo a los estudiantes a que se acostumbren al medio ambiente, alentarlos a explorar y jugar y tranquilizarlos en cuanto a que están seguros, todo esto ayuda a desarrollar un medio ambiente de aprendizaje positivo.

Proporciona un modelo a imitar.

La exposición a relaciones y experiencias positivas estimula la capacidad del estudiante a aprender.

Los chicos comienzan a aprender el idioma y la interacción a través de sus experiencias diarias. Ellos repiten las palabras y los tonos que escuchan que utilizan los adultos y también copian sus comportamientos. Por lo tanto, los instructores deben controlar sus propias conductas para dar ejemplos adecuados a quienes se encuentran a su cargo.

Estimula la interacción

El currículo creativo explica también el rol del maestro en la vida del niño. Aquél sirve como modelo a imitar pero también como moderador para la interacción del estudiante.

Si bien es importante para un maestro mantener una relación nutritiva y receptiva con sus estudiantes, también es responsable de ayudarlos a desarrollar relaciones entre sí. Los maestros pueden alentar a los estudiantes a ayudarse los unos a los otros o a jugar juntos de modo que estén mejor preparados para cuando pasen a clases más numerosas de preescolar y de jardín de infantes.

Comunicarse con la familia

El currículo creativo hace hincapié en que los maestros trabajen junto a padres y familias en pos del beneficio del niño. Comunicarse con las familias da a los instructores un entendimiento de la vida personal del niño. Los padres saben si sus hijos tienen buenos o malos días, si algo los aburre o si están teniendo alguna dificultad en particular en la escuela.

De modo similar, los maestros pueden compartir los logros y debilidades del niño con los padres. De esta forma los padres continúan alentando a sus estudiantes y apoyándolos por fuera de la clase.

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