Santo Tomás de Aquino fue uno de los más grandes filósofos y teólogos de la Iglesia católica. Escribió un gran número de libros que tratan de temas tales como la naturaleza de Dios y el propósito de la vida humana. Su obra ha influido en muchos grandes pensadores a lo largo de la historia, y sigue siendo igual de importante en el mundo moderno como lo fue hace casi 800 años.

Infancia

Tomás de Aquino nació en la ciudad italiana de Aquino en 1224 o 1225. Fue parte de una familia de nueve hijos. Sus padres eran ricos y la familia vivía en un castillo. Su hermano mayor estaba destinado a heredar la casa de la familia y las tierras de cultivo que la rodeaban. Por lo tanto, su padre decidió que Tomás debía unirse a la iglesia y llegar a ser un abad.

Educación

Con sólo cinco años de edad, Tomás comenzó su educación en la abadía benedictina de Monte Cassino. Recibió su educación de los monjes benedictinos del monasterio. A la edad de 18 años, Tomás fue enviado a la Universidad de Nápoles. Mientras estudiaba en Nápoles, comenzó a interesarse por una orden religiosa diferente y más radical conocida como los dominicos. Su interés por el grupo creció y decidió unirse a ellos.

Rapto

Los padres de Tomás siempre habían querido que fuera un abad benedictino. Estaban furiosos cuando se enteraron de su deseo de unirse a la orden de los dominicos. Tomás no cambiaría de opinión, así que su familia decidió detenerlo físicamente. Mientras viajaba a Roma para unirse a la orden, Tomás fue secuestrado por sus hermanos. Se lo llevaron a casa y lo encerraron en el castillo de la familia, donde permaneció durante más de un año. Él se negó a cambiar de opinión, y se reunió con los dominicanos, tan pronto como sus padres lo pusieron en libertad.

El buey mudo

En 1245 Tomás fue a estudiar a la Universidad de París. Se había convertido en un joven de tamaño considerable, pero seguía siendo tímido y reservado a pesar de su inteligencia. Sus compañeros pensaban que era lento, tanto mental como físicamente, y le llamaron el buey mudo. Demostrándole a todos que estaban equivocados, terminó sus estudios antes de convertirse él mismo en un maestro.

Fama

En 1256, Tomás completó su título de maestría en teología. Él también ganó un gran respeto entre los demás miembros de la orden de los dominicos por sus exámenes detallados de los textos religiosos. Como intelectual bien considerado, Tomás pasaba el tiempo escribiendo, predicando y debatiendo diversos argumentos religiosos. Se convirtió en una figura famosa en toda Europa, y publicó una serie de libros que siguen siendo tan importantes hoy como lo fueron durante su vida. Dos de sus obras más famosas son "Suma contra Gentiles" y "Suma Teológica".

Muerte y santidad

A la edad de 45 años, Tomás de Aquino se había convertido en un sirviente valorado por el mismo Papa. Sin embargo, él se enfermó durante el viaje a una importante reunión convocada el Segundo Concilio de Lyon. Él fue cuidado por los monjes durante varios días, pero murió el 7 de marzo de 1274. Cincuenta años después de su muerte, el papa Juan XXII declaró a Tomás de Aquino como santo en reconocimiento a su dedicación a Dios y su contribución al estudio de la teología.