Desarrollo perceptual en la primera infancia

En los niños en edad de caminar se desarrolla la habilidad perceptiva que Piaget denominó "permanencia de los objetos".

James Woodson/Digital Vision/Getty Images

La investigación actual sigue arrojando luz sobre el desarrollo perceptivo de los niños pequeños. Los investigadores psicológicos debaten interminablemente teorías y estudian las edades a las que aparecen ciertas habilidades. Sin embargo, también hacen nuevos descubrimientos (como el hecho de que los bebés de solamente dos horas de edad puede reconocer la cara de su madre) de manera regular.

Desarrollo sensorial antes del nacimiento

A las 26 semanas después de la concepción, el feto responderá a la luz, y el sistema vestibular, que controla el equilibrio, funciona totalmente a los 5 meses. Esto permite al feto flotante cambiar su posición en respuesta a la postura de la madre. Durante este período, el feto también responde a sonidos como los latidos del corazón de la madre y a su voz, los que son amplificados por las vibraciones del cuerpo.

Percepción auditiva en la infancia temprana

Según un famoso estudio de Anthony DeCasper y Melanie Spence, cuando nace un bebé, prefiere ya el sonido de la voz de su madre y las historias que pudo haber escuchado en el útero. Además, durante 2 días, preferiría escuchar un lenguaje familiar a otro desconocido. Cuando los bebés alcanzan los 2 meses, ya pueden distinguir los fonemas que son las unidades más pequeñas del lenguaje verbal. Sin embargo, justo antes de que empiecen a producir sonidos parecidos al lenguaje, entre los 6 y 8 meses, los bebés pierden su capacidad para diferenciar los fonemas de un idioma desconocido.

Otros sentidos en la infancia temprana

En los recién nacidos los sentidos del gusto y el olfato son precisos pero su visión es únicamente de 20/300: Solamente pueden ver a 20 pies (6 m) de distancia objetos que un adulto con una visión perfecta podría distinguir a 300 pies (91 m). Además, no pueden distinguir entre dos colores con igual brillo. Los niños pequeños pueden percibir mejor un alto contraste, el movimiento, los patrones o las caras. Además, los recién nacidos tienen la capacidad de percepción intermodal. Pueden relacionar imágenes y sonidos, y durante los primeros 6 meses alcanzar la capacidad de vincular imágenes y sonidos con el tacto.

Infancia tardía

El desarrollo visual de los bebés se acerca al de los adultos durante el período en que pueden gatear, es decir, alrededor de 7 u 8 meses. Durante la infancia, las habilidades de percepción de un bebé maduran junto con sus habilidades motoras, mientras aprenden a interactuar con el mundo. Por lo tanto, la capacidad de gatear coincide con la aparición de una mejor percepción de la profundidad. Por otra parte, entre los 3 y 9 meses, los bebés desarrollan conciencia de las leyes naturales, como la gravedad. Durante unos 9 meses, los bebés reconocen la diferencia entre objetos animados e inanimados y entienden expresiones comunes (como "adiós") que se utilizan en la vida cotidiana.

Infantes en edad de caminar

La investigación inicial realizada por Jean Piaget sostuvo que el desarrollo perceptivo más importante en la infancia era la posibilidad de buscar un objeto parcialmente oculto y luego un objeto completamente oculto entre los 18 y 24 meses. Él llamó a esta última habilidad perceptiva "permanencia de los objetos". Sin embargo, investigaciones más recientes que miden la reacción de un bebé con respecto al tiempo de búsqueda, indican que estas habilidades en realidad podrían surgir mucho antes. Además de la permanencia de los objetos, otro hito de percepción en los niños de esta edad es la capacidad para ordenar los objetos en categorías basadas en características como el color o el tipo.

La primera infancia (3 a 6 años)

Al comienzo de la primera infancia, los niños pueden representar las cosas que perciben con símbolos y palabras. Sin embargo, a pesar de que han llegado a dominar la permanencia del objeto, tienen dificultades para conseguir ir más allá de la apariencia de un objeto. Los niños tienen dificultades para distinguir los elementos reales de los falsos hasta la edad de 5 a 6 años. Los niños pequeños también experimentan confusión al determinar las relaciones causales y no pueden separarse de sus propias perspectivas visuales. Tratar con objetos distintivos conocidos, sin embargo, ayuda a un niño de 3 a 4 años de edad, a describir con mayor precisión el punto visual de otra persona.

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