Considera cómo necesitarás que se vean tus guantes. Si necesitas que mantengan cierta apariencia (por ejemplo, si piensas usarlos para trabajar), es posible que quieras usar unos de cuero. Estos son calientes y tienen un aspecto elegante. A pesar de estas ventajas, debes tener cuidado de que no se humedezcan.

Si necesitas guantes para quitar nieve con una pala, considera comprar unos convertibles con puntos PVC en las palmas. Estos te permitirán empuñar una pala, incluso en las condiciones climáticas más frías. Los guantes convertibles harán que tus manos se mantengan calientes, pero tendrás que exponer tus dedos si quieres aumentar tu capacidad de agarre.

Si eres un esquiador, necesitarás elegir un equipo de guantes teniendo en cuenta el clima en el que estarás esquiando. Usar unos de tipo grueso en una temperatura relativamente cálida podría hacer que te sientas incómodo, y viceversa. Existen guantes para esquiar y tienen características especiales, como un limpiador de nariz, que puede ser de mucha ayuda si te encuentras esquiando grandes distancias en un clima frío. Si estás planeando esquiar durante este invierno, escoge unos que tengan forro polar o lana, para mantener a tus manos calientes y permitir que la tela respire al mismo tiempo.

Si tienes en mente adquirir un par de guantes recreativos para mantener a tus manos alejadas del frío, y si no piensas tener mucho contacto con la nieve, quizás deberías considerar tejerte unos de acrílico. Este tipo de guantes viene en una gran variedad de colores y patrones y, en general, son muy baratos. Además, pueden resultar geniales para los niños que suelen perder sus guantes, o para tener un par de ellos en tu auto para alguna emergencia.

Si manipularás una gran cantidad de hielo y nieve durante este invierno, quizás quieras considerar una alternativa a prueba de agua, como los guantes criogénicos. Por ejemplo, si practicarás la pesca en hielo o entrarás en contacto con agua congelada, tal vez quieras comprar unos que mantengan a tus manos completamente secas en todo momento, incluso en condiciones de frío extremo. Si bien los de tipo criogénico suelen ser un poco más caros que los comunes, valdrán la pena por su excelente protección contra el agua congelada.