Step 1

Verifica si el filtro de aire de tu aire acondicionado está limpio. Reemplázalo por lo menos una vez al mes o con mayor frecuencia para evaluar si afecta el olor en la casa.

Step 2

Vierte una taza de cloro ordinario de uso doméstico una vez al mes en el desagüe que recoge los goteos de condensación del aire acondicionado. El cloro ayudará a mantener el drenaje si obstrucciones y limpiará y eliminará cualquier alga u hongo que se albergue allí.

Step 3

Mira la unidad exterior para asegurarte de que esté lo más libre posible de la vegetación circundante o de la acumulación de suciedad. Asegúrate de que el ventilador esté apagado antes de hacer cualquier trabajo a su alrededor.

Step 4

Piensa acerca de la humedad de tu casa. La humedad relativa cómoda está entre 35 y 50 por ciento en un hogar. ¿Tu casa se siente húmeda o pegajosa? Ejecuta los extractores de aire que ventilen hacia el exterior al ducharte o al cocinar para que el aire húmedo pueda salir de la casa en lugar de recircular.

Step 5

Considera la posibilidad de tener un deshumidificador instalado en tu sistema de aire central. Un deshumidificador para toda la casa no sólo puede trabajar para liberar tu casa de la humedad excesiva, lo cual es bueno para tu salud y tu hogar, sino también para añadir una ventilación de aire fresco. Consulta a un profesional.

Step 6

Pregunta a tu profesional de la calefacción y la refrigeración sobre un ventilador de recuperación de calor, también conocido como un intercambiador de calor aire-aire para ayudar con la calidad del aire interior y la ventilación en tu casa.

Step 7

Instala un sistema de tratamiento ultravioleta de aire en tu sistema de calefacción y refrigeración. Estos sistemas "borran" un alto porcentaje de las bacterias que puedan estar circulando a través del sistema. Consulta a un especialista en calefacción y refrigeración para la instalación.