Cómo funcionan las lavadoras y las secadoras europeas y americanas

Las lavadoras y secadoras europeas están hechas para ajustarse a un problema principal: la falta de espacio.

Thomas Northcut/Photodisc/Getty Images

Las lavadoras y secadoras europeas están hechas para ajustarse a un problema principal: la falta de espacio. Las casas y apartamentos en Europa suelen estar construidos más juntos que en los Estados Unidos (otros países como Japón también tienen problemas similares). Esta falta de espacio conduce a viviendas más pequeñas, que a su vez conducen a tener menos espacio para grandes electrodomésticos tales como lavadoras y secadoras. Por esta razón, las lavadoras y secadoras europeas tienden a ser más pequeñas que las versiones americanas y a menudo, viene en dos partes de un aparato y sólo pueden soportar cargas más pequeñas. También se han diseñado con un mayor énfasis en la eficiencia energética y un funcionamiento suave.

También hay una diferencia en cuanto a la corriente eléctrica requerida por las lavadoras y secadoras de Europa, cuyo estándar suele ser de 220 voltios requerido por los aparatos, junto con los adaptadores de corriente que funcionan con enchufes europeos. Se necesitan adaptadores adicionales para hacer funcionar estas unidades en los Estados Unidos.

Lavadoras y secadoras europeas

Proceso de lavado

En el proceso, también hay algunas diferencias clave entre los funcionamientos de las lavadoras y secadoras de Europa y América. Las lavadoras europeas tienden a calentar su agua, mientras que las lavadoras americanas toman el agua caliente o fría del sistema de agua de la casa. Al ser más pequeñas, las lavadoras europeas sólo pueden manejar alrededor de 9 a 13 libras (4,08 a 5,90 kilogramos) de ropa y casi siempre son de carga frontal, mientras que las lavadoras de América a menudo pueden manejar hasta 22 libras (9,98 kilogramos) y vienen en muchos diseños diferentes.

El ciclo de lavado y el ciclo de secado de los aparatos europeos también son más largos que las versiones americanas, ya que tienen menos espacio para hacer el mismo trabajo y tienen que tomarse su tiempo para lavar la ropa adecuadamente, a veces hasta dos horas. Un ciclo más largo también significa que los modelos europeos utilizan más electricidad, pero menos agua, aunque estas diferencias se están desvaneciendo con el desarrollo de modelos de eficiencia energética.

El proceso de lavado real también tienden a diferir. Las lavadoras europeas tienden a limpiar con la fricción o el calor en lugar de los métodos de agitación preferidos en los modelos americanos y ruedan en una misma dirección, mientras que los modelos americanos giran sobre múltiples ejes.

Secadoras

Cuando se trata de secadoras, la diferencia principal es en el tiempo que tarda la ropa a secarse. Los modelos estadounidenses pueden soportar cargas más grandes, pero los modelos europeos soportan cargas pequeñas y pueden tardar más en secar, lo que a veces puede dificultar el control de las arrugas. Sin embargo, las secadoras europeas también pueden ser más flexibles en cuanto a la ubicación, y algunas utilizan métodos de condensación especiales para el control de aire con ventilación, por lo que no requieren un orificio de ventilación que conduzca al aire libre.

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