Historia

Mucho tiempo antes de la religión cristiana, muchas tribus creían que los demonios entraban al cuerpo a través de las orejas, por lo que colocaban metales en las suyas para ahuyentar a los demonios. Los aros también fueron populares durante el reinado de Elizabeth en Inglaterra, donde la mayoría de los nobles llevaban algún tipo de pendiente que se decoraba elaboradamente. Sin embargo, al cambiar las culturas, la civilización occidental comenzó a considerar que estos eran inapropiados, lo que llevó a objetar el uso de los mismos en los hombres cristianos. Incluso el misticismo cristiano y otras religiones anteriores al cristianismo que, quizás, adoraban a otros dioses, no han hecho esta tendencia más popular. Uno de los motivos que dificultan la decisión de si es o no aceptable para los cristianos es la gran variedad de gente que se refiere a sí misma como "cristiana". Para algunos, ser cristiano simplemente significa seguir las enseñanzas de Jesucristo e intentar vivir de una manera similar a la que Él vivió en su tiempo y lugar. Una definición más detallada de "cristiano", la que brinda la Universidad de Princeton, dice lo siguiente: "persona religiosa que cree que Jesús es el Cristo y quien es miembro de una denominación cristiana". Para los propósitos de este artículo utilizaremos ambas definiciones para explorar las implicancias y las consecuencias del uso de aros en los hombres cristianos.

Funcion

Las personas perforan sus orejas por muchas razónes. Para la mayoría de las mujeres, es un método práctico para colocarse accesorios. Para los hombres es más una expresión de rebeldía, y las perforaciones en exceso pueden ser una expresión agresiva de la individualidad de la persona. Durante las pasadas décadas, el uso masculino del pendiente era signo de homosexualidad, aunque ésta nunca fue la razón por la cual se realizó la perforación.

Tipos

Existen distintas formas de perforaciones de oreja. Están las discretas, perforaciones simples que los hombres por momentos dejan libres. Luego, están las alargadas que sostienen aretes de corcho, madera o de metal. Por lo general, esos aretes no se quitan y son utilizados como accesorios de moda, además de ser una expresión de individualidad. A menudo las iglesias cristianas no apoyan el uso de aretes porque es un indicio de rebeldía e incluso, aunque la iglesia no lo considere, puede hacer sentir incómodos a los otros miembros de la iglesia.

Consideraciones

En ningún pasaje de la Biblia dice explícitamente si las personas deberían o no usar aretes. Sin embargo, habla mucho de la vestimenta, y muchos cristianos interpretan esto como un mandamiento, que los hombres no deberían perforar sus orejas, ya que este tipo de accesorios pueden ser muy llamativos en los hombres. Sin embargo, en tiempos donde las iglesias querían atraer la mayor cantidad de adeptos posibles, muchas han demostrado tolerancia hacia esta tendencia.

Malas interpretaciones

Muchos cristianos conservadores creen que los pendientes indican una creencia en los demonios, un apoyo hacia los demonios, una falta de fe u homosexualidad. Históricamente, muchas de estas creencias han coincidido con los aros, pero en la actualidad la oreja perforada de un hombre indica cierto apego por los accesorios, o cierta afinidad por esta tendencia y acompañarla con la apariencia. Sin embargo, es imposible juzgar las inclinaciones religiosas de un hombre por el uso o la falta de pendientes.

La mirada del experto

Al final, a la mayoría de los pastores y otras figuras religiosas en la iglesia, como los miembros del consejo y los diáconos no les gustan los aros, pero tampoco los condenan. El experto en religión Elmer Towns asegura que la primer responsabilidad cristiana es honrar y glorificar a Dios, y la mejor manera de hacerlo es recordando que "el hombre impresiona por apariencia externa, pero el Señor mira el corazón" (1 Samuel 16:7). Basado en esto, uno puede decir que siempre y cuando el aro no se use para traicionar a Dios o por exceso de vanidad, los hombres cristianos pueden llevar aros a menos que su iglesia lo prohiba.